Capítulo 157. Juego de poder.
Johan regresó al verla, indicando que el abogado D'angelo ya se estaba haciendo cargo de la situación. Él era el especialista en este caso, por lo que al verlo al llegar a la estación de policía Salomé sintió que las piernas cobraban fuerza.
El hombre con un traje perfectamente calibrado y su rostro reflejando la simetría en la mirada que varias veces vio impresa en periódicos, ahora le sostenía la mirada informando que la situación no era sólo grave.
—He revisado la carpeta completa y hablé con el fiscal asignado —la voz de Aiden D’Angelo cortó el bullicio del pasillo—. La situación no es sencilla, pero hay un punto a nuestro favor —miró a todos—; las pruebas son circunstanciales, ninguna concluyente.
Salomé asintió, intentando controlar la tensión que se le notaba hasta en el pulso.
—¿Podemos verlo? —preguntó, casi sin aliento.
D’Angelo revisó el reloj, luego los documentos en su mano.
—Sí. Conseguí la autorización para que ambas lo vean hace quince minutos —respondió, bajando la