Capítulo 158. Harbor & Flame.
Julián no podía dejar de leer cada nota sobre Robinsón que salía en cualquier diario. En todos lo catalogaban como un auténtico monstruo, quien no debía tener voz en ningún aspecto.
Por ello, la empresa que le pertenecía comenzó a perder valor en el mercado. Los inversionistas querían retirarse y...¡Eso no era la mejor parte!
Su sonrisa incrementó cuando vio que ya los periodistas comenzaban a atacar sus opiniones sobre el ex de su hija. Porque muchas veces repitió que no era más que un cobarde, el cuál no tenía la inteligencia o la mentalidad para dirigir un país.
Ahora era a quien le preguntaban ¿con qué cara se atrevía a cuestionar la integridad de un candidato que cometió un solo error? ¿cómo podía definir a alguien como vil, cuando era capaz de cometer la bajeza por la que estaba encerrado?
La mañana tenía un sol resplandeciente ese día. El café sabía tan bien y qué decir que la cama del hotel. La había sentido tan cómoda, que no hizo falta compañía para dormir fenomenal. Juli