Capítulo 155. Linchamiento.
Las cámaras masticaban la imagen del candidato y de su prometida desde que sus rostros aparecieron frente a la estación de policía.
Vito, con su saco en el antebrazo, la acompañaba del mismo modo que el candidato, quien con su traje impecable y lentes oscuros dejaba claro que no pensaba dejar sola a su prometida en esa situación.
—No me corresponde dar declaraciones, —fue lo que escucharon todos los periodistas, acto seguido los escoltas impidieron que dieran un paso más detrás de ellos.
Muchas cadenas fueron reconocidas al estar acumulados, moviéndose para seguirlos y consiguiendo endurecer el gesto de ambos por las preguntas maliciosas que hicieron. Todos querían la primicia, una palabra para sacarle jugo o una imagen para explotar.
Aunque por el momento lo único que se veía flotando por todos lados era la foto de Salomé, su prometido y Vito de la Riva, con diferentes títulos, pero todos incitando a los lectores a continuar con la ola de interés, que a ellos les ofrecía más traba