—Salomé, hice todo lo que hubieras querido que...

—Quería que me sacaras de ahí— su respuesta aplastó la idea que mantuvo su serenidad todos esos días. —Quería que evitaras que me tocaran. Quería que impidieras que me dieran latigazos. Quería no pasar por ese infierno y tú solo les diste motivos para hacerlo peor.

—No sabía...

Salomé levantó la tela que le cubría el abdomen para mostrar la quemadura que lo hizo apartar la mirada enseguida.

—Cuando grité que se detengan mientras lo hacían, también era para tí— las lágrimas descendieron por sus mejillas. —Pero no me escuchaste. Continuaste provocándolos y la que pagaba cada una de tus ideas fui yo —se limpió la nariz con la mano temblando. —Me colgaron. Me golpearon. Me arrastraron. Me latigaron. Intentaron ahogarme en una maldit@ alberca y con alcohol mientras mataban personas frente a mí.

Julián recordó cuando alguien murió ante sus ojos y ella lo acompañó con palabras reconfortantes. Pero él no evitó que ella pasara por lo mismo, p