Hola, lectores panditas. Espero que les haya gustado el capítulo, no olviden darle like y comentarios. Besos.
KIRA ¿Qué dijo? ¿Cómo sabe ella de eso? ¿A qué está jugando? —Te escucho, señorita sinceridad, y no se te ocurra decirme que no sabes de lo que te estoy hablando. Reacciona Kira. No hay manera que ella sepa lo que sucedió en España, aunque mentirle no es una opción. —No sé qué quieres que te diga. El único Elías que conocí, por así decirlo, fue un camarero que trabajaba en un café y no dejaba de acosarme. —¿Te acosaba? Fue quien te regaló el perfume y que aceptaste con gusto. —Soy educada, ¿qué querías? No podía botarlo a la basura. —Lo lanzaste por la ventana, ¿qué diferencia hay? Además, te conozco y sé que eres capaz de eso y más. —No sé qué insinúas, ni qué quieres escuchar. Esa es la verdad. Me observa, sin creerme una sola palabra, es una metida. —¿Por qué cree que te llamas, Carlota?— ¿De dónde saco esa información? —No lo sé. Es más, no tengo idea de dónde inventas tantas cosas. —Ahora estoy inventando. Más te vale que me estés diciendo la verdad, porque no quiero p
DemetryEsto era lo correcto, es mejor arrepentirse ahora y solventar, que cometer un grave error que nos costará la vida.El abuelo tiene dos días sin hablarme, no quiere que le toque el tema. El señor Lois sigue sin querer que me acerque a su casa, y Kira no para de llorar por mensajes quejándose de Liah.—Buenas tardes, —, mencioné al ver a Guille y mi tía en la sala.—Hola, Demetry —saluda mi tía sin quitar la vista del libro que está leyendo.—El abuelo, ¿dónde está? No lo he visto en todo el día.—Salió a ver a Don Juan, y encerrado en el despacho o en tu habitación, no creo que lo veas. —Dice Guille.—Estado trabajando en los informes de la empresa, juntas por online y cuando me desocupo, me encargo de algunas cosas de la hacienda.—Yo que creía que no nos dabas la cara. —Aclama mi tía —. Es bueno saber que cumples con tu deber, por lo menos, en el campo laboral.Dame paciencia.—No sé por qué se molestan tanto por mi decisión, es mejor rectificar ahora. Amo a Kira, y me casaré
Liah Me miro al espejo, con mi cabello suelto, mi piel blanca y pecosa, mis ojos verdes, mi cuerpo no tonificado y mi sobriedad. ¡Qué tonta en pensar que podía gustarle a alguien como Demetry! Era obvio que a los hombres les gusta alguien como Kira. Siempre es así; ella siempre consigue lo que quiere, no podía ser diferente. Fui muy ilusa al creer que el único hombre que me ha gustado no iba a caer en los encantos de mi hermana. Han pasado dos días y nadie se ha dignado a decirme lo que sucedió. Juegan a que todo está bien, y Kira siguiéndole la corriente como buena actriz y Demetry, aun sin darme la cara, una llamada o un mensaje. ¡Estúpida! Pensar que ese niño podía seguir queriéndome después de años. —Deja de llorar, —me dije al espejo: no seas tonta, no serás hermosa, no les gustarás a los hombres como los Koller, pero eres inteligente, astuta, exitosa, millonaria y profesional, no necesitas de ningún hombre para ser feliz. De repente, el sonido de mi teléfono me sobresalta,
LiahEntramos a la tienda y mi tía se sorprendió al vernos juntos, al igual que Myla y Carlos.—Hola mi niña.—¿Cómo está, señora Míriam? —pregunta Demetry—Estado mejor. ¿Qué haces por aquí?—Me lo encontré en la calle, y me acompañó hasta aquí—mencioné bajo esa mirada de que iba a ahorcar a Demetery.—¿¡Qué rayos hacen ustedes juntos!? —dice Emma al vernos.—Hola, Emma. Siempre tan amable.—Créeme soy amable. —Me observa y niego. —Estás vivo.—¡Emma!—Le grita mi tía.—No hay problema, después de todo tiene derecho a venir a verme, ¿verdad? —tomo el hombro de Demetry y sonríe.Emma me observa sin entender mi comportamiento, porque ya sabe que conozco la verdad, a diferencia del resto que está en la sala.—Vine hablar con Liah. —dice nervioso.—¿No es mejor que lo haga en casa con el permiso de sus padres?—acusa mi tía, enojada.—Tranquila tía. Todo está bien.—¿Seguro? —Escucho decir a Carlos, quien tiene una mirada de querer cortar a alguien.—Sí. Vamos a estar en la oficina. Carlos
LIAHSiempre he sido la chica callada, la que deja que su familia disponga de su vida, quería ir a la mejor escuela del país, pero decían que en la ciudad son muy liberales, con ideas muy desarrolladas dónde la mujer tiene los mismos derechos y deberes que los hombres; algo que no está bien visto en este pueblo que se quedó en el siglo pasado, por lo tanto, tuve tutores privados hasta que llegó el momento de entrar a la universidad, algo que a mi familia no le agrado en absoluto, así que la única opción era estudiar desde casa, a diferencia de mi hermana. Ella sí tuvo y tiene todas las libertades que yo desearía, a ella sí le ha permitido viajar multitudinariamente, nacional e internacionalmente, estudiar en la escuela del pueblo con todos los niños, e incluso ha vivido los últimos cuatro años en España con mis tíos. Nunca he entendido por qué a ella sí se le permite y a mí no. ¿Qué puedo decir?, después de todo soy la hija mayor y el futuro de mi familia depende de mí, o esa es la
LEANDRO Llevaba horas sentado, viendo y escuchando a una cantidad de personas que se hacían llamar publicistas, pero no tenían ni una pizca de ingenio y creatividad.—Leandro, ¿qué te parece? —Observé a los tres seres sentados a mi alrededor.—¿De verdad quieren que les diga lo que pienso de este proyecto o de todos?—Necesitamos un eslogan para el nuevo lanzamiento, hay proyectos interesantes, —dice Nio. Es un bueno relaciones públicas, pero su sentido de creatividad me preocupa. Miró a la joven, sin entender por qué sigue aquí.—Puedes retirarte, te estaremos llamando, —ordena Aarón, mi mejor amigo y abogado de la empresa. Esperamos a que saliera y empieza el ataque.—Por tu rostro debo pensar que no te agrada, —interrumpe Demetry, mi querido y relajado hermano menor.—Todos son mediocres —respondí.—Leandro, debes escoger, llevamos dos meses con este plan, el lanzamiento va a ser pronto y no tenemos publicidad.—Menciona Aarón.—Sé que eres exigente, pero puedes ser
LIAHHoy no es mi día. Empezando porque no dormí bien, me volvieron a invadir las pesadillas, el fuego y esos ojos. Llegué tarde a la oficina de mi papá, imperdonable. Cuando estaba rodeado de machistas que se dedicaron a ignorarme, incluyendo a Liam, aunque no quitaba sus ojos de mí. Incómodo. Después llegué a la tienda para encontrarme con la mayoría de todas las mujeres del pueblo por la dichosa fiesta de bienvenida, gritando por todos lados. Emma, aún tenía un ataque de histeria por los Koller.C.C Querían que le hiciéramos una campaña de lanzamiento inmediatamente y sin garantía de contrato. Al parecer, el nieto del señor Nelio no era nada amable, para hacer que Emma lo quisiera asesinar. Además de eso, teníamos el proyecto de mi padre y dos campañas que tenemos en puerta. Como si fuera poco, amanecí con un dolor en la pierna porque anoche un insensato casi me atropella y termine aterrizando en el piso dentro de un charco de agua sucia y tuve que aguantar las quejas de m
LIAHSigue empeorando mi día. El hombre se me presenta aquí mientras acabamos de discutir; debe ser una burla.—¿Por qué ese hombre vendría a buscarte? —Menciona Emma.—No tengo idea. Ya suficiente tengo con lidiar a ese soberbio por vía telefónica para que también lo deba hacer en persona.—¿Cómo sabe que estás aquí? ¿Qué es tu tienda, nuestra tienda? No entiendo nada.—Emma, deja de hacer preguntas, que sabes que no tengo respuestas, es molesto.—Tu molestia no es que haga preguntas, es que estás de pésimo humor desde anoche cuando casi pasas a mejor vida. ¡AAA! Termina gritando para luego cubrirse la boca con sus propias manos mientras Myla y yo la observamos.—¿Estás bien?—Por eso está aquí, Liah —mencionó corriendo hacia mí —. De seguro se enteró de que estuvo a punto de mandarte a ver a San Pedro y vino a disculparse. Si lo pienso bien, no podría saber que somos las publicistas y que lo acabas de mandar al diablo.—¿Casi la mata? —Nos interrumpe Myla.—Me atropelló anoche o