LIAH
Llevo tres días pensando en lo que dijo el demente del camarero, Elías. Así dijo que se llamaba, pero no encajaba en lo que había dicho Kira.Ese hombre, lo que tiene de humilde, yo lo tengo de boba.
—Hija —entra mi padre a la habitación —, nos regresamos en mañana al pueblo. Alista tus pertenencias.
—Te ves serio, ¿sucedió algo en casa? —Se veía pensativo y papá nunca estaba serio, a menos que fuera por negocios o algo delicado en casa.
—No, pero ya estuvimos mucho tiempo en la ciudad. Y tú, tienes un matrimonio que preparar.—Se va cerrando la puerta.
Claro, exceptuando que el novio no me ha escrito ni llamado desde que llegué. ¿Seguirá molesto?
Decido llamar a Emma y darle los últimos detalles para el evento de hoy y organizar lo que falta de los Koller, ahora que tenemos la lista de invitados y los obsequios estarán preparados para unas dos semanas, tal vez antes.
—Hola, ¿cómo te fue? —Responde al primer tono.
—Bien. Todo listo, ayer fui a ver a la organizadora de eventos que si