KIRA
¿Qué dijo? ¿Cómo sabe ella de eso? ¿A qué está jugando?
—Te escucho, señorita sinceridad, y no se te ocurra decirme que no sabes de lo que te estoy hablando.
Reacciona Kira. No hay manera que ella sepa lo que sucedió en España, aunque mentirle no es una opción.
—No sé qué quieres que te diga. El único Elías que conocí, por así decirlo, fue un camarero que trabajaba en un café y no dejaba de acosarme.
—¿Te acosaba? Fue quien te regaló el perfume y que aceptaste con gusto.
—Soy educada, ¿qué querías? No podía botarlo a la basura.
—Lo lanzaste por la ventana, ¿qué diferencia hay? Además, te conozco y sé que eres capaz de eso y más.
—No sé qué insinúas, ni qué quieres escuchar. Esa es la verdad.
Me observa, sin creerme una sola palabra, es una metida.
—¿Por qué cree que te llamas, Carlota?— ¿De dónde saco esa información?
—No lo sé. Es más, no tengo idea de dónde inventas tantas cosas.
—Ahora estoy inventando. Más te vale que me estés diciendo la verdad, porque no quiero p