AAAAHHHH!!!! ¿QUIEREN SABER QUÉ SUCEDERÁ AHORA? ESTOY EMOCIONADA JAJAJA
LIAH Después de la reunión con uno de los trabajadores del señor Koller, llamo a Emma para terminar de arreglar unos asuntos para el evento porque la persona que quiso dañar al amargado no va a venir a arruinar mi trabajo. —¡Ya estoy ajustando algunos detalles!— Responde Emma, una vez que me contesta. —¿Pudiste comunicarte con el amargado? —No le digas de esa manera, y sí. Está bastante furioso, pero no con nosotros. —No tendría por qué, ¿y ya sabe quién lo hizo? —No, pero sea quien sea, vio el diseño y me preocupa. —Liah, igual ya el diseño está publicado al aire, no es mucho lo que vaya a hacer. —No lo digo por el diseño, sino porque en el correo que le mandé estaba toda la idea del evento y si fueron capaces de querer sabotear el producto con la marca, me preocupa que hagan algo. —¿Qué se te ocurre? Cuidado con tus ideas locas, que te conozco. —Nos toca usar el plan B, no me voy a arriesgar y el señor Koller va a tener que aceptar. Por lo tanto, dile a Carlos que usaremos
DEMETRYNo puedo creer que Leandro sea tan insoportable, obstinado, y sus misterios con este evento. ¿Qué se trae? Han pasado dos días y no dice nada.—¿Por qué será tan obstinado? No se puede hablar bien con él.—Diría que es conmigo, pero lo dudo. —Volteé y veo a Guille sentado en la sala a mi lado.—¿De quién hablas?—Leandro, está insoportable. No dice nada del evento, no se puede hablar con él. Además, ¿quiero saber quién diablos es el traidor?—Te enteraste del saboteo del lanzamiento.—Sí. Nio, me explico, quería saber sobre el software y la seguridad de la empresa. ¡No entiendo quién puede hacernos esto!—No sé, pero ya sospechabas de esto.—Pero confirmarlo es otra cosa. ¡Demonios!—¿Has hablado con Leandro?—No. Aún no, con ese carácter endemoniado y con esto, no quiero hablar con él.—Sobre todo, cuando estás indeciso con tus decisiones. —No estoy para tratar ese tema ahora.—Leandro, lo que necesita es una mujer; con la suerte que tiene; no entiendo esa manía de esperar por
KIRA No puedo creerlo, creí que pasarían más días, pero lo conseguí, solo es cuestión de esperar el gran paso, que no será nada fácil de manejar, pero que importa. Demetry sabrá cómo manejar el asunto, si es un hombre de verdad.Le escribo un mensaje para que me siga teniendo en sus pensamientos.K: Gracias por la linda tarde, me divertí. D.K: Yo también, siempre podrás contar conmigo.K: Gracias por escucharme. D.K:No me gusta que te traten mal, menos si es Liah, no es justo.K: Mi hermanita tiene un carácter frío, espero que sepa amarla para que su matrimonio sea duradero y no se enoje cuando demuestre quién es. D.K: Olvida eso. Quiero que sonrías, su sonrisa es más hermosa que las lágrimas que brotan de esos ojos.Esto debe estar resuelto antes de que regresen papá y Liah de la ciudad.—Kira
LEANDROLas ideas de esta mujer me vuelven loco y me sorprenden, ¿cómo no se me ocurrió hacer esto? Había hecho todo un plan de trabajo increíble, pero no me quiso dar más información por protección.—Leandro — entra Aarón a mi oficina —, acabo de hablar con el señor Messer.—¿La parte interesante de esa llamada?—Rueda sus ojos.—Acaba de decirme que puedes hacer los cambios que necesites del producto en la exportadora, pero correrán por tu cuenta los impuestos por el retraso y firmar el contrato redactado por su hija sobre los cambios. Cosas protocolares que ya revisé y están excelentes.—Después de dos días, se le da por ser amable. Espera, ¿su hija?—Sí, yo quedé igual. Parece que tu cuñada no es una simple chica sumisa del pueblo, trabaja con su padre en la empresa o, por lo menos, tiene una idea de cómo se maneja porque supo dejar bien establecidos los términos.No se dejó someter por ese pueblo retrógrada, pero falta a su palabra, ¿quién lo diría?—Déjame ver el contrato para fir
Leandro No sé cuánto tiempo llevamos en esta pose, pero se está volviendo mi favorita, algo que dudo que ella disfrute. Liah me mira con reproche, se ve linda. —¡Liah! Si no abres, tumbaré la puerta.—Más inoportuno. —Bien, presumida. ¿Qué decides? Colaboras y tenemos una conversación en sana paz o dejamos que tu padre entre y se desate el infierno. Retiro mi mano de su boca, pero sigo con mi cuerpo y mi mirada sobre ella. —¡Liah, ábreme! —¡Estoy bien! ¡Estaba bañándome, papá! —Sonreí. —Escuche un grito, y no me abres. —No estoy vestida, padre. Grité porque vi una alimaña en la habitación, —dice mirándome mientras me pellizca. Esa lengua viperina y atrevida. —Te dejo para que descanses. Seguro, estás bien. —¡Papá! —Dime. —Cuidado con lo que haces, —le susurró. Me saca la lengua.—Te la voy a morder por dártela de viva. —Descansa. —Le respondió. Esperamos unos minutos y ya no se escucha nada. Trata de empujarme y me mueve un poco para que no soporte tanto mi peso. —¡Quíta
LIAHLlevo tres días pensando en lo que dijo el demente del camarero, Elías. Así dijo que se llamaba, pero no encajaba en lo que había dicho Kira.Ese hombre, lo que tiene de humilde, yo lo tengo de boba.—Hija —entra mi padre a la habitación —, nos regresamos en mañana al pueblo. Alista tus pertenencias.—Te ves serio, ¿sucedió algo en casa? —Se veía pensativo y papá nunca estaba serio, a menos que fuera por negocios o algo delicado en casa.—No, pero ya estuvimos mucho tiempo en la ciudad. Y tú, tienes un matrimonio que preparar.—Se va cerrando la puerta.Claro, exceptuando que el novio no me ha escrito ni llamado desde que llegué. ¿Seguirá molesto?Decido llamar a Emma y darle los últimos detalles para el evento de hoy y organizar lo que falta de los Koller, ahora que tenemos la lista de invitados y los obsequios estarán preparados para unas dos semanas, tal vez antes.—Hola, ¿cómo te fue? —Responde al primer tono.—Bien. Todo listo, ayer fui a ver a la organizadora de eventos que si
LIAHEl corazón me latía tan rápido que se me quería salir, no sé qué tiene este hombre que me pone tan nerviosa e irritante. Pero, sus ojos, ese par, tenían algo en particular que hacía que mi ser se estremeciera.—Te quedaste pensativa, ¿estás pensando en decirme quién soy?—Lo aparto una vez que vuelvo a mis sentidos.—Si no sabe usted, menos yo. Y no se acerque tanto, soy una mujer comprometida y esto no está bien.Su mirada y actitud cambiaron de una manera tan brusca y molesta, que se pudo sentir el cambio en el aire.—Tienes razón, la pelirroja dio su palabra, ¿la cumplirá esta vez?—Eso suena como un reproche. ¡Estoy loca!—Yo siempre cumplo con mi palabra. —Vuelvo a ver hacia la puerta y Emma ya no está. —De nuevo. Gracias. Adiós.Le doy un beso en la mejilla como si fuera algo natural y quedo en shock. No sé por qué hice eso.—Creo que me está afectando el vino —susurre.—Deberías tomar whisky, es mejor. —Responde con una sonrisa coqueta.—No me gusta el whisky, muy insípido pa
KIRA ¿Qué dijo? ¿Cómo sabe ella de eso? ¿A qué está jugando? —Te escucho, señorita sinceridad, y no se te ocurra decirme que no sabes de lo que te estoy hablando. Reacciona Kira. No hay manera que ella sepa lo que sucedió en España, aunque mentirle no es una opción. —No sé qué quieres que te diga. El único Elías que conocí, por así decirlo, fue un camarero que trabajaba en un café y no dejaba de acosarme. —¿Te acosaba? Fue quien te regaló el perfume y que aceptaste con gusto. —Soy educada, ¿qué querías? No podía botarlo a la basura. —Lo lanzaste por la ventana, ¿qué diferencia hay? Además, te conozco y sé que eres capaz de eso y más. —No sé qué insinúas, ni qué quieres escuchar. Esa es la verdad. Me observa, sin creerme una sola palabra, es una metida. —¿Por qué cree que te llamas, Carlota?— ¿De dónde saco esa información? —No lo sé. Es más, no tengo idea de dónde inventas tantas cosas. —Ahora estoy inventando. Más te vale que me estés diciendo la verdad, porque no quiero p