Este lugar es horrible; definitivamente Kira sí sabe ser una enemiga en potencia.
—Me da miedo preguntar cómo sabes de este lugar —dije.
—Te dije que no viniera —reclama—. Pero eres terca y obstinada.
Es una casa para una película de terror, sola, abandonada, sin nada más que árboles a su alrededor y ni eso.
—Kira, esto huele horrible.
—Así debe oler la basura, querida. Y deja de quejarte, que tú decidiste esto.
—¿Yo? Pero sí estaba en coma.
—Cierto. Me dejaste a mí a cargo, pero eres tú quien lo quiere vivo, no yo.
—Mejor dime, ¿por qué decirle a Carlos?
—Porque es un necio, insoportable, sobreprotector e inteligente que me siguió al verme tan “rara” con Lucas.
—¿Y no querías que pensara mal de ti? —no dice nada, pero su alzada de hombros lo dice todo—. ¿Cómo lograste que entrara aquí?
—Me encontré con un alma caritativa —enarco las cejas—. ¿Qué? No puedes dudar de que hago obras de caridad de vez en cuando; esta es una.
—Este lugar da asco. Mejor entremos a ver a este ser para larga