Mundo ficciónIniciar sesiónCARLOS
Estoy lejos de las pistas de práctica del equipo Belmont. No quiero que nadie me relacione con nada, ni dejar rastros de mi presencia.
El aire aquí, en las afueras de la ciudad, huele a café recién molido y gasolina vieja. Una combinación que me resulta curiosamente apropiada.Acabo de dar la orden.
Hoy sucede el “accidente” de Julián.Mi aliado —ese mecánico mediocre pero ambicioso— hizo exactamente lo que le pedí: alteró el motor y el sistema de combustible del coche.







