CAPÍTULO 133

CAPÍTULO 133

CARLOS

Hoy me siento vacío y, por primera vez en mucho tiempo, me permito reconocerlo. No es la fatiga de las reuniones, ni la del trajín constante; es una fatiga más profunda, una sensación de haber cumplido un ciclo. Ya hice lo que vine a hacer en Belmont Motors. Logré entrar, posicionarme, sembrar las piezas que necesitaba sembrar. Ahora queda afinar la salida, que todo parezca orgánico, inevitable, que nadie me pueda señalar con el dedo y decir “fue él”. He trabajado para que la culpa no recaiga en mí. Siempre lo hago así: construyo el escenario, pongo el actor principal justo donde quiero y luego retiro las cuerdas.

Lucrecia aparece en la puerta sin siquiera tocar. Tiene ese paso decidido que aparenta seguridad; a veces lo admiro, otras lo detesto. Trae en la mano un folder con números que, suponía, le había pedido revisar. Me mira como si leyera en mi cara el cansancio.

— ¿Te ves cansado, Carlos? —bromea, como para romper la tensión. ¿Salimos después del horario de
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP