Matthew frunció sus facciones, le resultaba inaudito que a sus treinta y cuatro años tuviese que dar cuenta sobre su vida se*ual a su padre.
—Existiría la posibilidad si fuese un irresponsable, pero jamás lo he sido y si te aseguro que es mentira es porque es así.
Ahora su tono no admitía duda, lo que provocó en el mayor un suspiro prolongado.
— ¿Por qué crees que ella está mintiendo?
Ahora Matthew sonrío, había convencido a su padre sin dar aún todas las explicaciones que estaría seguro su madre sí necesitaría escuchar.
—Porque está loca, no tengo otra explicación.
—Será difícil convencer a Vi, cree en ella.
—No entiendo por qué le cree a una desconocida y no a su hijo.
—Te equivocas Matt, ella no es una desconocida, desde antes que ustedes empezaran a salir ella ya frecuentaba esta casa y se ganó a tu madre con bastante esfuerzo.
—Lo sé papá, pero lo que tuvimos terminó hace mucho tiempo, te juro que no le pongo un dedo encima desde hace más de cinco meses y ella asegura que tiene d