Al ver lo que estaba ocurriendo, Bianca se apresuró a intervenir, pero Dave se interpuso con su imponente presencia.
Su voz rompió la tensión, con un tono magnético pero gélido.
—Tranquila. Michael no va a hacerle daño. Su relación es más complicada de lo que parece. Déjalos que lo resuelvan. No deberías meterte.
Bianca miró en su dirección, incómoda. Percibía una conexión profunda entre Michael y Sophia, pero el comportamiento agresivo de Michael la inquietaba.
Aun así, conociendo el estatus de Michael en Blosa, se convenció a sí misma de que no haría nada extremo.
Respiró hondo y giró la cabeza hacia Dave, que estaba recostado en el sofá como un león en su territorio, con los ojos medio cerrados.
—¿Así que sabías sobre Michael y Sophia todo este tiempo? —preguntó Bianca con un tono cortante.
El silencio de Dave le confirmó todo.
—Debió ser agotador fingir todo este tiempo —añadió Bianca con sarcasmo en la voz.
—No finjo por cualquiera —respondió Dave en voz baja, jugando con el relo