Mientras tanto, en la sede central de Phoenix Alliance Group, Wyatt empujó la puerta y entró en la oficina de Dave.
—¿Encontraste a Sophia? —preguntó Dave sin levantar la vista, concentrado aún en los documentos frente a él.
—Tenía razón. Estaba en el faro. Pero… —Wyatt dudó, sin saber si debía mencionar a Bianca.
Dave notó de inmediato su vacilación.
Alzó la mirada, frunciendo el ceño.
—¿Pero qué? Habla. No pensé que titubear fuera parte de tu carácter.
Wyatt suspiró. Ya no tenía sentido ocultarlo.
—La señorita Scott llegó antes que nosotros. Se lanzó al mar para salvar a Sophia. Si no hubiera llegado a tiempo… me temo que…
El ceño de Dave se frunció aún más, y apretó la pluma con fuerza.
—Cuéntamelo todo —ordenó con la mirada gélida.
Wyatt respiró hondo. No había lugar para reservas.
Relató todo lo que había visto, escuchado y descubierto.
Mientras hablaba, el rostro de Dave se fue oscureciendo.
Cuando terminó, la furia ya emanaba de él.
Percibiendo la tensión, Wyatt eligió con cuid