En su situación actual, no tenía sentido seguir ocultando la verdad.

El hombre asintió con firmeza, su expresión se volvió seria. Miró directamente a Dave y dijo:

—Si te ayudo a escapar, necesito que me prometas algo.

—¿Y qué sería? —preguntó Dave.

—Usa tu influencia en el Grupo Evans para limpiar mi nombre y conseguir mi liberación. Creo que tienes el poder para lograrlo.

El rostro de Dave se endureció.

—¿Quién eres exactamente?

El hombre esbozó una sonrisa enigmática, se puso de pie y miró a Dave desde arriba.

—Solo soy alguien a quien el destino sigue rechazando, obligado a vivir en las sombras, anhelando una vida normal.

—¿Y cómo planeas ayudarme? —preguntó Dave, decidiendo no presionarlo más. Pensó que, si el hombre quería, revelaría más por su cuenta.

Ahora mismo, Dave necesitaba saber si el plan era realista y si ese hombre realmente podía ayudarlo.

El hombre sonrió con astucia y dijo:

—Encuéntrame en el patio trasero a las dos de la madrugada. Asegúrate de que nadi