Todo lo que vieron fue a Dave sosteniendo a Bianca, que parecía profundamente dormida. Nada más.
La multitud estaba desconcertada.
¿Para qué los había hecho llamar Lucas tan temprano?
El rostro de Lucas se transformó en una expresión de asombro mientras recorría la habitación buscando alguna señal de Zane.
Lo único que encontró fue una ventana abierta, con la brisa marina moviendo las cortinas.
Dave también notó la ventana. Su rostro perdió el color y sus ojos oscuros reflejaron un destello de temor.
—¿Qué demonios está pasando aquí? —gritó Lucas a Franklin, culpándolo por la confusión.
Franklin, igual de desconcertado, no tenía respuestas.
Estaba seguro de que Zane no había salido de esa habitación durante la noche. ¿Cómo pudo desaparecer?
Sus ojos se dirigieron a la ventana abierta. Un pensamiento helado cruzó por su mente.
¿Y si Zane… se había lanzado al mar?
Al imaginar esa posibilidad, Franklin corrió hacia la ventana.
El corazón le latía con fuerza mientras se asomaba, bus