MILA
Me despierto en su cama, abrazada a sus almohadas como si fueran las mías. Tomo un baño en su ducha y me visto con su ropa.
«Te le estás apoderando de todo y la ceguera del deseo lo tiene tan obnubilado que no se está dando cuenta»
Mis pies descalzos recorren la habitación de Tarzán Lennox.
Sin temor a equivocarme podría decir que es el dormitorio más grande de la mansión. El más fino y exuberante en ambientación.
Cama King, grandes espejos, vestidores inmensos cargados de innumerables prendas masculinas; desde trajes y zapatos hasta gemelos, pañuelos y accesorios. Perfumes caros, lociones aún más caras, buen sonido, un enorme plasma, el costoso escritorio sobre el ventanal.
Fácilmente podría vivir una persona en este cuarto o en su baño, porque con las dimensiones que alberga bien sería ambiente para uno.
Deslizo la mano por las sábanas de seda y me paro delante del espejo tocador, cuidando de no pisar ningún frasco roto de los que anoche sin pena, él botó al piso.
Enrollo la pl