Viernes, Centro de Entrenamiento Táctico Avanzado – 05:00 horas
El cielo aún era un lienzo oscuro cuando el helicóptero Black Hawk sobrevoló el terreno. Las luces del centro táctico de la agencia se encendían como faros en la niebla.
Nick ajustó su chaleco balístico mientras se alineaba junto a los demás: Carter, John, Arthur, Derek y Roger. Todos vestían ropa de camuflaje, botas reforzadas y portaban réplicas de armamento real, modificadas para el simulacro: rifles M4, pistolas Glock, granadas flash.
Darius, con su uniforme negro y gafas tácticas, se plantó frente a ellos. Su sola presencia mandaba a callar el viento.
—Silencio —gruñó—. Lo que viene no es entrenamiento, es una evaluación, un ejemplo a seguir de lo que se debe hacer. Si fallan hoy frente a los nuevos reclutas, no tendrán más cabida en operaciones de campo. Este es su purgatorio... y yo soy el demonio a cargo.
Los muchachos se miraron. Derek intercambió una sonrisa irónica con Carter y Arthur y respondió:
—Repítelo has