La ciudad temblaba con anticipación.
Esa noche se celebraba la entrega anual de los Premios Visión Empresarial, un evento reservado para figuras influyentes, altos ejecutivos, medios selectos y viejos imperios disfrazados de filantropía. Una alfombra negra cubría la entrada al salón de cristal del Edificio Arkan, donde las luces y las cámaras se repartían entre aduladores y depredadores.
Pero entre todo el brillo… nadie esperaba lo que estaba a punto de suceder.
Una semana antes…
—¿Quieres usar este evento para tu regreso? —preguntó Darian mientras recorrían juntos la sala de juntas privada.
Aelin observaba los documentos sobre la mesa: invitaciones, listas de asistentes, categorías, cobertura en medios.
—Sí —respondió sin dudar—. Este premio fue creado para premiar «visión estratégica»... ¿irónico, no? Yo fui la mente detrás del proyecto que ahora Leonard presume como suyo. Es momento de recuperarlo.
—¿Quieres tomar el escenario?
—No aún. Pero quiero que me vean. Quiero que sientan q