La salida fue muy normal, como la de dos amigos que simplemente deciden pasar un rato juntos. Mónic sabía que le estaba dando ciertas señales a Caleb, señales que podrían hacerle creer que había algo más. En el fondo sentía que no debía haber aceptado tan fácilmente.
Cada vez que Caleb sonreía, Mónic sentía que algo detrás de ese gesto se desmenuzaba. Pero aún no podía ver qué.
Había considerado la posibilidad de intentar algo con él… pero no sentía ni la milésima parte de lo que había sentido al estar con Logan.
Trató de no darle importancia. Se limitó a disfrutar el momento. Si algo debía agradecerle a Logan, era haberle enseñado a sonreír con las cosas simples y a disfrutar de lo que amaba.
Y la película había sido excelente; eligieron una comedia que ambos disfrutaron de verdad.
En el trabajo, las visitas de Caleb a la oficina de la jefa comenzaron a ser más frecuentes, aunque él cuidaba de no caer en el exceso. Esta vez se había prometido ser cauteloso. Sabía que insistir demasia