Habían pasado ya 5 meses desde que Heinrich y Dayana habían llegado a Londres, Dayana iba caminando a paso lento por la calle, mientras lo hacía, es inevitable ver cómo su rostro aparece por todos lados, sonríe para sus adentros.
Si alguien del pasado la viera, le quedaría claro que, ya no queda nada de la mujer que era hace 5 meses, eso también le cuesta creerlo incluso a Dayana.
Mientras camina, Dayana recuerda cómo fue que inició todo, recuerda cómo es que se convirtió en modelo de joyería. Claro, esto no estaba en sus planes y menos en los planes de Heinrich, pues todo inicio gracias a ese tal Hans Meisel que en el pasado la había conocido y nunca la había olvidado.
Dayana miró una imagen donde ella aparecía luciendo un collar con enormes piedras y diamantes que en su vida creyó usar. Sonrió, pues recordó que hace más de 5 años, ella creía que Hans era un tratante de blancas.
Con base a su apariencia y poca seriedad, jamás hubiera imaginado que, el hombre era todo un fotógrafo prof