Liliana llegó al cementerio donde descansaban los restos de su madre, al hacerlo, se percató de una figura conocida.
- ¿Tía Mina?
- ¡Lili! ¡Mi niña! -dijo Carmina al ver a la joven mujer.
- ¡Tía! ¿Qué haces aquí? -dijo Liliana sorprendida.
La joven llevaba desde su presentación en preparatoria que no había visto a su tía, por lo que topársela ahí le fue una enorme sorpresa.
- Mi niña… ¡Mírate! ¡Estás enorme! -dijo Carmina al ver a su sobrina luego de más de 4 años.
- No, no, ¿Dónde has estado, tía? ¿Por qué no he vuelto a saber de ti?—preguntó Liliana desconcertada y hasta cierto punto molesta.
- Mi niña… ¿Con quién vienes? ¿Estás sola? ¿No traes escoltas?
- Responde mi pregunta, tía, ¿Por qué no me has buscado en todos estos años?
- ¡Lili…! ¡Mi niña…! Tu padre no me ha permitido verte, ¿Acaso no lo sabías?
Liliana se sorprendió ante las palabras de su tía, ella claramente sabía de lo que podría ser capaz su padre, pero, conocía a su tía y sabía que ella era una mujer de carácter muy f