Dayana se encontraba sentada en el sofá de aquella amplia y lujosa sala, todo el día llevaba pensando si lo que haría iba a ser lo mejor. Aunque, ¿Qué era lo mejor? Pensaba.
Para Dayana, lo mejor que podía haberle pasado podría haber sido que Thiago nunca hubiera aparecido en Portugal, ella hubiera visto cómo arreglárselas, tal vez no tendrían la vida que ahora tenían, pero ella por su hijo haría lo que fuera y nunca le faltaría lo necesario.
El nudo en la garganta se hacía más y más evidente, hace 4 años atrás, ella sabía que estaba sola, ella sabía que solo dependía de sí misma, pero, su padre vino a cambiar todo y ¿Para qué?
Todo lo que había sucedido fue para nada, su padre, sin pensarlo bien, se dejó llevar por los mismos encantos de aquel hombre sin corazón que era su marido.
Tal como cuando ella tenía 17 años, Thiago había jugado con su padre, mostrándole la cara que el gran Pedro Garza quería ver. Si él pudiera ver lo que había sucedido después de su repentina muerte, tal vez s