Años después…
- ¡Señor Howard! Es un enorme gusto verlo por aquí, hace mucho que no nos veíamos. ¿Cómo le fue en el monte Everest? Supe que se fue a escalarle, debió ser una experiencia inolvidable.
Theodore Howard sonrió y dijo:
- Solo le puedo decir que, aquella experiencia me devolvió la vida, ir a ahí, me hizo darme cuenta de que estaba vivo y que había mucho por lo que seguir vivo.
- ¡Maravilloso! ¡Simplemente maravilloso! Me encantaría tener la juventud y frescura que usted tiene para vivir esas experiencias. -dijo Theo al hombre que tenía frente a él.
- Uno nunca sabe lo que tiene y, lo que puede lograr hasta que se enfrenta a una terrible situación en donde puede perder mucho, ¿No lo cree?
- Sí, definitivamente, sí, ahora bien, ¿Qué lo trae por aquí? Por qué venir desde tan lejos a visitarme, seguro es por algo de valioso interés. -dijo el hombre, poniendo toda su atención en Theo.
- Supe de buena fuente que andan buscando nuevos talentos… -dijo Theo con tranquilidad.
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