Yina
Revisé a los niños antes de bajar.
Max dormía con el brazo colgando fuera de la cama, Iris abrazada a su peluche favorito, y Magda murmurando algo en sueños.
Dejé su puerta entreabierta. Quería oírlos si me necesitaban.
En la casa solo quedában un puñado de hombres de seguridad.
Rupert y Lucas habían salido con Paulina rumbo a la fiesta, en caso de que ella necesitara escapar rápido.
Sofía también estaba allá, aunque supuestamente no de nuestro lado.
Y a mí me tocaba encargarme de nuestras… invitadas.
Mientras bajaba por las escaleras hacia el sótano, pensé en hablar con Paulina.
Tal vez había llegado el momento. Cerrar ese ciclo. Terminar, de una vez por todas, con la mujer que me lo había arrebatado todo. Que casi me mató.
Pero primero debía ver a la gemela malvada.
Rocío.
Era tan idéntica a Sofía que, por un segundo, me recorrió un escalofrío.
Siempre me han dado curiosidad los gemelos y sus formas de vida, como se relacionan con los demás, los gustos y preferencias indiv