MATTHEW GRAYSON
Intenté ser gentil, controlé todas esas ganas de hacerla mía, porque sabía que no podía lastimarla, no iba a arriesgarme a que regresara al hospital, mucho menos a perder a nuestro hijo solo por un momento de pasión, pero la tomé con amor, intentando demostrarle que era alguien diferente, alguien capaz de darle cariño y ser el esposo que ella esperaba.
Supe que estaba funcionando cuando en su rostro no solo vi placer, sino amor recíproco. De nuevo volvía a verme con adoración, con anhelo, se abrazaba a mi cuerpo y sus besos no solo quemaban mi piel sino también curaban algunas grietas en mi alma que se habían hecho profundas.
No quería regresar al pasado, no quería que las cosas fueran como antes, quería que esta vez fueran mejores.
Avanzada la noche Julia dormía sobre mi pecho, sus cabellos se desparramaban sobre mi hombro y su calor me reconfortaba. La estreché con firmeza temiendo perderla, y cuando el sueño era lo suficientemente pesado para cerrarme los ojos su