Emergencia, Navidad
Por el equipo de cardiología del hospital general
—Juguemos a piedra, papel o tijera.
—Idiota, las vidas de nuestros pacientes no tienen ese valor.
—Tonto, es claro que no, pero mi pequeña viene para las fiestas y con Brunito estamos preparando todo.
—Los turnos ya estaban hechos desde el mes anterior Cicarelli. Además, en mi caso viene la familia de Italia y creo que traen más de una sorpresa, incluso una para tí.
—¡Mierda! Mi hermano.
—No lo sé, las chicas no me han querido decir absolutamente nada.
—Con mayor razón.
—Ya basta ustedes dos— y ahí viene el insidioso del director, Ethan entra con esa prestancia que le han dado los años y el cargo que ostenta, aunque su capacidad de ser niño en estas fechas no ha cambiado nada.
—Amor, tranquilo. Nosotros podemos solucionar nuestras discusiones sin intervención tuya.
—Lo sé, mi reina. Es solo que me gusta picar.
—¡Ethan! — lo reprenden los tres amigos y luego todos ríen
— ¿Se acuerdan de nuestra primera navidad aquí?