Hace cinco años, Isabella Fernández fue vendida, para robarle la herencia de muchas compañías que le dejaron sus padres, cuando sus padres se perdieron en un viaje en avión a través del mar, resultado de una trampa provocado por su propio asistente, Ahora ella ha regresado para reclamar lo suyo, y llevar a los a los delincuentes a prisión y realizar su venganza con cualquiera que esté involucrado en su antiguo secuestro
Leer másAEROPUERTO
En el aeropuerto en la ciudad de Segovia se encontraba un alboroto, muchos periodistas se aglomeraban para tener su primer lugar para su primicia. Se filtró la noticia que una persona importante aterrizaba a esa hora y en ese vuelo de la mañana, se decía que una relevante eminencia de la elite del poder, que ocupaba una posición dominando las tres instituciones del país, que era la seguridad interna y externa del estado, y de la economía política. Dentro del aeropuerto la esperaba una comitiva para darle la bienvenida y transportarla al hotel real, el más lujoso de Segovia. Por el lado de una salida privada, salía una mujer alta de uno setenta de estatura, su piel blanca como la nieve, con un cuerpo esbelto, sus largas piernas, su cabello negro rizado suelto, sus ojos color negros con pestañas largas, su cara reservada y severa y un aspecto arisco. Vestía con traje de ejecutiva, pantalones negros, blusa turquesa con cuello alto, chaqueta color negro… Llevaba un abrigo largo color negro y gafas negras, se veía confiada y decidida y muy peligrosa, una mujer difícil de impresionar. Caminaba con elegancia y majestuosidad. Detrás de ella le seguía su asistente y seis hombres altos y fuertes. Vestidos de negro con máscaras y gafas oscuras, ella era, Isabella Fernández. Reconocida mujer en el ámbito de la política y la seguridad nacional. Miembro y directora del servicio de inteligencia secreta conocida como SIS. Encargada principalmente de la recogida y análisis encubiertos en el extranjero de la inteligencia humana y artificial, apoyada por la seguridad nacional. Ella había regresado, con un solo propósito, y el propósito era recuperar la fortuna de sus padres y hacer caer a todos el culpable. Al salir del aeropuerto, escucho la voz de una mujer. Inmediatamente, reconoció a la persona, esa persona era su supuesta mejor amiga y hermana, se le vinieron recuerdos pasados difíciles de olvidar, solo dijo. ¡Donante multiorgánico!, Sonrió, pero no volteo su mirada, solo siguió su camino al estacionamiento, al llegar al frente del estacionamiento se encontraba con un hombre esperándola. Un hombre de edad media, vestido elegante de unos cincuenta años, cuando la vio sonrió y se bajó del auto, él era Rubén Gallardo, se le acercó y le dijo. ¡Bienvenida, Isa¡ ¿cómo fue tu viaje? La mujer Frunció el ceño y dijo; ¡un poco cansada! Perfecto, Isa llegas temprano, puedes descansar, el hombre se giró y abrió la puerta de un Rolls-Royce Phantom, inmediatamente se subió al auto junto con la mujer. Llegas en el momento perfecto, dijo él. Y le abrió una carpeta y se la entrego y se marcharon. En el camino Rubén le explicaba el contenido de la carpeta, estos son las constancias legales de la compañía esta tu nombre en ella solo tienes que presentarte, hay que ir a casa, ya está preparada la villa, está en el centro de la ciudad, cerca de la torre Glibfor dijo él, ella asintió. Es hora de reclamar tu herencia ya paso cienco años y la Familia Ortega disfruto mucho de sus beneficios es hora de que paguen, ella dijo gracias tío Rubén, me imagino que Sebastián no está al tanto de mí. Él sonrió, no he hablado con él, no está al tanto, descansa bien esta noche y mañana nos ponemos al día. Mientras en el aeropuerto, la comitiva y los reporteros se desesperaba tontamente, porque no aparecía la persona importante que esperaban. Inmediatamente, el representante de la ciudad, Jaime Castillo, se comunicaba con sus subordinados para pedir información si se habían equivocado del horario de llegada de la persona de elite. Él dijo, el sujeto ya aterrizó, y salió del aeropuerto. El representante Jaime Castillo Frunció el ceño tenso, los músculos de los ojos, y sus labios finos, maldijo e insulto internamente. Como es posible que no avisara qué había llegado antes, y dijo comunícate con el profesor y que nos ofrezca una explicación. Al llegar a la villa bajaron las maletas. Y el asistente con dos guardaespaldas dijo, un momento Señorita Fernández, revisaremos el área, ella se quedó en el auto con Rubén, luego este dijo no hay peligro, mis hombres están pendientes de la seguridad de esta área. En ese momento el asistente con dos guardaespaldas toco la ventana del auto y dijo, está todo seguro, Señorita, puede bajar, ella asintió y se bajó del auto dirigiéndose a la sala. En la entrada se encontraban el personal de la villa. Inmediatamente, de entre medio del personal, salió un hombre de unos sesenta años con apariciones de signos de envejecimiento. Se acercó y dijo: ¡bienvenidos! Lo cual Rubén dijo: Isa te presento, a Hugo López, mayordomo de la villa, luego dijo, ella es la Señorita Isabella Fernández, ella vivirá aquí, así que trataba como si me trataras a mí, Señorita Fernández es un placer servir para usted, este es el personal de servicio que está a su entera disposición. Ella saludó cortésmente y entro a la villa seguida por su asistente y guardaespaldas, al llegar a la sala se acomodaron y el asistente subió las maletas a la habitación principal. En la sala la sirvienta les preparo té, y algunas frutas y aperitivos, conversando con Rubén se sintió cansada, pues le afectaba el Jet lag, en ese momento recibió una llamada, su asistente le entregó el teléfono y ella contestó, y dijo Maestro, al otro lado de la línea la otra persona contestó, ¿ya estás en Segovia? Dijo él. Sí, contesto ella, ¡estaba llegando ahora mismo! ¡Eso es bueno! Contesto al otro lado. Luego dijo, ¡cena temprano y descansa, mañana me pongo en contacto contigo, no te preocupes ni te atormentes, conseguirás toda la información que necesites! Sí, maestro, dijo ella, luego finalizó la llamada. Rubén preguntó, ¿es el maestro Georgio Sinclair? Sí, dijo ella pregunta cómo llegué, él dijo, Gio, es un hombre muy sabio y muy bueno, se preocupa por ti. Luego se levantó y dijo, es hora de irme para que tú puedas descansar, regreso a la hora de la cena, para cenar contigo. Ella movió la cabeza en señal de aceptación y dijo: ¿Sebastián no ha regresado de viaje? Él dijo, ¡él llega hoy por la noche, si viene antes de la cena lo invito a cenar! Ella dijo, ¿mejor cenamos juntos mañana? Bien, dijo el cómo tú quieras, en ese momento se despidió y abandono la sala. Ella se quedó un momento en la sala, cuando llegó su asistente Darío Jiménez. Ella dijo, ¿qué investigaste? Lo cual él contesta, ¡después de su marcha, la familia Ortega se apoderó de las compañías de su padre! ¡Y parece que ha tenido ayuda, pues se ve que han avanzado en el ámbito empresarial, parece que tienen ayuda de altos empresarios! Ella vaciló un momento y Frunció el ceño. Que más investigaste dijo, el asistente dudo un momento y dijo, ¿señorita, esto no le va a gustar? Ella dijo, ¿habla?LA ÚLTIMA PUERTA Base Ártica Helheim, costa sur de Groenlandia El helicóptero descendía en medio de un manto blanco. El viento cortaba con cuchillas invisibles, y la nieve golpeaba la cabina como si intentara impedirles el aterrizaje. Isabela miraba por la ventana. Todo era blanco. Todo era silencio. —Llegamos —dijo Rayan desde el asiento opuesto, su voz ronca por el auricular. Sebastián bajó el visor polar y asintió. La aeronave aterrizó en una zona cercada por estructuras metálicas. Torres de vigilancia por todos lados, antenas de comunicación camufladas, y un hangar subterráneo escondido bajo la nieve. La Base Helheim. Último punto civil antes de la zona cero de Delta Azul. El piloto giró hacia ellos. —Solo tengo diez minutos antes de levantar vuelo. Esta zona es inestable. Si me retraso, no puedo volver por ustedes. Isabela se quitó el arnés. —No habrá vuelta atrás. ===/==== – Interior de la Base Helheim La temperatura en el interior era apenas tolerable. Afu
EL SILENCIO DEL SATÉLITE Sala de estrategia, búnker subterráneo de la Mansión Fernández Un plano del mundo estaba proyectado en la pantalla. Líneas rojas marcaban rutas aéreas. Puntos azules indicaban los sitios activos del Círculo. Y en el norte, destacaba uno solo: DELTA AZUL – Clasificación: Nivel Omega – Temperatura ambiente: -39°C – Acceso por tierra imposible. – Bajo vigilancia satelital. Vanesa revisaba una tablet con información de satélites. Rayan limpiaba sus armas con calma. Fabio organizaba códigos de comunicación codificada. Y Sebastián, de pie junto a Isabela, miraba el plano en silencio. Isabela se volvió al grupo. —Delta Azul no es como Delta Rojo. Está bajo una estructura militar fría y sin margen para el error. Y no iremos todos. Vanesa levantó la mirada. —¿Cómo lo haremos? Isabela: —Vamos a dividirnos en tres células. ▪️ Célula Alfa: infiltración y rescate — Sebastián, Rayan y yo. Entramos por aire desde Groenlandia.
LA PIEZA QUE FALTABA Mansión Fernández Isabela se despertó de golpe. Elías dormía en la habitación de alado Pero ella… No sabía por qué tenía la piel helada. La habitación estaba en silencio. Hasta qué… 📱Ring… Ring… Su teléfono vibró. Un número desconocido. Sin código de país. Sin identificación. Respondió. —¿Hola? Silencio. Y luego, una voz suave, temblorosa… demasiado familiar. —Isabela… mi niña… No cuelgues… Soy Nina. Nina. Su niñera de Zoé de la infancia. La que desapareció poco antes de que todo ocurriera. Ella pensó que había muerto o huido. La que Zoe decía que “no debía ser nombrada”. Isabela se levantó de la cama lentamente. —¿Nina? ¿Cómo tienes este número? ¿Dónde estás? —No tengo mucho tiempo. Este número fue programado para llamarte si se rompía el núcleo de Delta Rojo. Yo lo preparé antes de desaparecer. Escúchame, por favor: Zoe no era tu enemiga. Ella no te vendió. Alguien de tu familia que la chantajeó. Y a ella también la estaban u
SALIR DEL INFIERNO Las luces comenzaron a parpadear violentamente. Las paredes antes blancas ahora tenían grietas negras que latían como venas enfermas. El suelo crujía bajo sus pies. Fabio miró sus dispositivos y gritó: —¡El sistema central está corrompido! ¡Se activó el protocolo “Purga Final”! ¡El complejo completo se va a autodestruir! Vanesa giró con el arma en mano. —¿Cuánto tiempo tenemos? —¡Siete minutos! Isabela apretó a Elías contra su pecho. El niño dormía, agotado por la fusión de luz. Sebastián tocó su hombro. —Tenemos que sacarlo de aquí. Cueste lo que cueste. Corredores colapsando El grupo avanzaba por los pasillos mientras puertas se cerraban, techos caían, y el calor aumentaba. Era como si el complejo estuviera ardiendo desde dentro. Rayan abrió camino disparando a cada cerradura automática. Vanesa cubría la retaguardia. Fabio gritó: —¡Estoy localizando una salida secundaria! ¡Hay una vía de evacuación para “material sensible”! ¡Un túnel de eme
LA HERENCIA DE LA LUX La puerta explotó. Y el humo se disipó.El equipo entró en formación. Vanesa primero. Rayan al flanco.Fabio con el escáner.Sebastián al centro.Y al fondo… Isabela. Luz viva caminando hacia la oscuridad. Elías estaba en una cápsula transparente, flotando. Sus ojos cerrados, su pecho latiendo despacio… Y a su lado, con la mano sobre el cristal: Noctis. Alto. Envuelto en una túnica negra que parecía líquida. Sus ojos, tan negros como el universo antes del primer sol. Y su sonrisa… lenta. —Llegaste —dijo, como si hablaran cada noche—. Hermana Isabela apretó los dientes. —Suéltalo. Él no es parte de tu condena. Noctis ladeó la cabeza. —¿Y no lo es? Tú y yo éramos uno. Y luego me dejaste en la sombra. Él es tú hermano … sin errores. Sin abandono. Yo… soy lo que nunca quisiste que existiera. Rayan levantó su arma. —Danos al niño, o acabamos esto aquí. Noctis extendió una mano. Y todo el cuarto tembló. Las paredes vibraron con una energ
NOVA DESPIERTA La compuerta se abrió como si respirara. Del otro lado, la sala era blanca, aséptica, en extremo luminosa. En el centro, un cilindro de cristal contenía una figura humana suspendida en un líquido azul. Joven. De unos 17 años. Cabello blanco. Ojos cerrados. Y una esfera de luz latiendo en su pecho, como una estrella atrapada. Fabio leyó los datos en la pantalla lateral: —Nombre: NOVA. Identificación genética: 92% Isabela, 4% Noctis… y 4% Elías. Nivel de energía: Inestable. Despertar: Programado al detectar al Sujeto Alfa. —¿Sujeto Alfa…? —murmuró Vanesa. Rayan levantó la vista. —Isabela. La criatura abrió los ojos. No eran como los de Noctis. No eran oscuros ni enloquecidos. Eran dorados… puros. Y vacíos. NOVA habló con una voz neutral. Ni masculina, ni femenina. Simplemente… inhumana. “¿Eres la madre?” “Te esperaba.” “Estás incompleta.” Hemos traído a tu hermano para completarte. Isabela dio un paso al frente, con rabia contenida. —¿Qué hi
Último capítulo