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Inicio¿Te amo? ¡No, te odio!
¿Te amo? ¡No, te odio!

¿Te amo? ¡No, te odio! ES

Romántica
Samantha Leoni  En proceso
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80Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

ComediaValienteIndependienteAventureroRomanceMalentendidoheroína kickass

Cloe ve su pesadilla hecha realidad cuando Aitor vuelve a aparecer en su vida. Un chico odioso que le hizo la vida imposible muchos años atrás. Ahora, es una experta en rechazar a cualquier hombre con intenciones de una relación sentimental, gracias a su lema "nunca te enamores". No importa que él ahora sea un solitario millonario, igual lo detesta. Que comience la guerra...

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¿Te amo? ¡No, te odio! Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Un final de cuento más real

    Una hermosa mujer de ondulados cabellos rubios se mecía maravillada en uno de los columpios junto a otra pequeña muy parecida a ella.Ambas con el mismo tono de cabello, los mismos ojos grises y la misma sonrisa de niña de cinco años en su primera fiesta de cumpleaños. Jugaban entre ellas, y ganaba la que llegara más alto al columpiarse.Como siempre, la mujer se dejaba vencer, haciendo la victoria de la niña fuera más gratificante.—¡Te gané mamá! ¿Viste? ¿Viste como casi llego hasta las nubes y chocó con ese avión? —apuntó un punto negro en el cielo—. ¿Viste mamá? ¡Soy la mejor! Cuando sea más grande llegar&

  • Un final de cuento más real

    Una hermosa mujer de ondulados cabellos rubios se mecía maravillada en uno de los columpios junto a otra pequeña muy parecida a ella.Ambas con el mismo tono de cabello, los mismos ojos grises y la misma sonrisa de niña de cinco años en su primera fiesta de cumpleaños. Jugaban entre ellas, y ganaba la que llegara más alto al columpiarse.Como siempre, la mujer se dejaba vencer, haciendo la victoria de la niña fuera más gratificante.—¡Te gané mamá! ¿Viste? ¿Viste como casi llego hasta las nubes y chocó con ese avión? —apuntó un punto negro en el cielo—. ¿Viste mamá? ¡Soy la mejor! Cuando sea más grande llegar&

  • La familia feliz

    — ¡Esto es suficiente! ¡Quiero el divorcio! —gritó Chloe totalmente indignada, golpeando la mesa que tenía enfrente con los puños.No podía que creer que Aitor le hiciera aquello, simplemente creía que tenía un esposo diferente; alguien en quien podía confiar y que al darle la espalda, éste no aprovecharía para hacer de las suyas.Aitor, que se encontraba con el torso descubierto y sin pantalones, y las únicas prendas que cubrían su anatomía eran los bóxers, los calcetines y una corbata roja atada en el cuello, no parecía tomar muy en serio las palabras de su esposa, así que se limitó a alejar la mirada de sus manos y la posó en los ojos aceitunados de ella.

  • Una "casi" propuesta

    Salimos a toda velocidad en el Avenger, mientras nos carcajeábamos a más no poder.A Aitor se le salían las lágrimas de tanto reírse y hacía todo un esfuerzo por mantener en línea recta el auto. Yo me agarraba con fuerza el estómago, tratando de controlar el dolor que sentía en el abdomen.—¡No puedo creer que hicieras eso! Todavía no puedo…no puedo superarlo —hablé entre risas.—Se me ocurrió en el último instante, pero ¡viste la cara que puso! Creo que quería llorar —rió nuevamente con mayor furor.—Lo vi por unos segundos. Me dio tanto asco, que dejé

  • Venganza

    Un par de días pasaron y las preguntas que antes tenía en mente, se fueron respondiendo a su paso. Erick, Owen y Katrina se habían contagiado de la peor enfermedad epidemiológica: el amor.Y pronto, Amanda se presentaría en el altar con su vestido blanco, el cual por cierto tenía hace semanas, ya que ella misma había contribuido con el diseño. Todo el ambiente era como chispitas de chocolate, miel y aroma a flores, todos riendo y suspirando como tontos enamorados, incluso yo que me esmeraba tanto por ocultarlo.Aitor y yo salimos a pasear, teníamos tanta imaginación y tantas tonterías que decir que nunca pasábamos más de tres minutos sin hablar.Jamás creí que nuest

  • Todo en su lugar

    Pasaron dos meses más junto con una tranquilidad excesiva.Mi mamá me había visitado el Día de San Valentín y me había regalado unos boletos de viaje redondo para dos personas a las playas del Caribe, opacando angustiosamente las inmensos ramos de rosas, los apetecibles y dulces bombones de chocolate, y la esplendorosa y seguramente muy costosa cena que preparó esa noche.Lo había hecho con la idea de que Aitor y yo fuéramos a pasar unos cuantos días ahí, para que “nos divirtiéramos sin límites” como había insinuado ella. Pero decidí que ella se merecía ese viaje, por lo que a las próximas vacaciones de verano, iría con ella a esas paradisiacas playas.

  • Cupido flechó a todos

    Nos detuvimos unos cinco metros antes de entrar a mi departamento y entregarnos a la tortura de las calumniadoras miradas que seguramente tendrían mis amigas.Me giré lentamente hacía Aitor, que con las manos en los bolsillos miraba por encima de mi hombro la puerta con una enorme sonrisa. No comprendía aquella felicidad que lo embargaba y mucho menos la despreocupación que poseía su cuerpo, el cual no hacía nada por compartir un poco de esa tranquilidad sobre mí.—Tu calma me altera —repliqué, mirándolo por el rabillo del ojo.Aitor se limitó a alzar los hombros.

    Fuego entre nosotros

    Besó mi cuello con tanta experiencia, que no pude evitar soltar ligeros suspiros de gozo. No tenía ni idea de cómo continuar, no conocía sus gustos ni él los míos, ya que era nuestra primera vez juntos, y sinceramente, los nervios comenzaron a atacarme.Me quitó rápidamente la chaqueta y la blusa, revelando mi sostén negro. Miró mis pechos con admiración y fruncí el ceño cuando los tocó por encima de la tela.—Creí que no te gustaban —le recriminé.—No los había apreciado tan de cerca —rió, dándome un pequeño beso, al mismo tiempo que desabrochaba mi pantalón con profesionalismo.

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80 chapters
Mi peor pesadilla
¿Te amo? ¡No, te odio! /Samantha Leoni
15 de Noviembre de 2007Una pequeña niña de cabello color rubio hasta los hombros y ojos color verde claro, jugaba alegremente por el decorado porche de su gran casa. Muchos niños con globos en la mano y con conos en la cabeza fingían dispararse como vaqueros.Era el octavo cumpleaños de Chloe, esa niña de cabellos rubios que jugaba con las niñas de su vivienda. Los papás veían con gracia los juegos de sus hijos que estallaban a carcajadas, pero había algo extraño y cómico en ese lugar.Un grupo de casi siete niñas estaban sentadas alrededor de una mesita color rojo, donde ponían sus dulces para luego empezar a comerlos, muchas intercambiaban caramelos entre ellas. En cambio, otro grupo de niños traviesos empezaban a tirarse lodo y a jugar a las luchitas, era obvio, sus juegos eran mucho más bruscos que los de las pequeñas niñas.De repente un niño de cabello oscuro y ojos grises ce
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Recuerdos que deseo olvidar
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—Ni en mis peores pesadillas pensé encontrarte de nuevo —habló altanero, mientras me miraba disimuladamente de arriba a abajo.—Mira quién lo dice, yo no fui quien arruinó mis cumpleaños —mascullé, mirándolo con total aversión.Nunca lo olvidaría, simplemente no podía. No entendía por qué había hecho esas cosas para hacerme la vida imposible, no podía reencontrarme con él y fingir que nada pasó.—¡Por Dios! ¡Eso fue hace mucho y todavía lo recuerdas! —alzó la voz, haciendo ademanes con sus manos.—¡Como lo voy a olvidar, si me dejaste una cicatriz para recordarte toda la vida! —alcé el fleco de mi cabello y le mostré mi pequeña cicatriz a un lado de mi frente.—Ah, cierto… Ya no me acuerdo cómo te la hice —murmuró, rascándose la barbilla con el dedo y un aire distraído.—¡Me golpeaste con el palo para romper la piñata! —grité molesta, casi podía sentir que echaba humo por
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Estrategias
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La alarma sonó a las 6:45am. Nos despertamos con toda la pereza de la que éramos capaces. Me estiré y caminé hacia la otra habitación de enseguida, ahí se encontraba Katrina y como siempre, era seguro que no se había levantado.Caminé como si estuviera borracha, casi zigzagueando y toqué su puerta. —¡Katrina! ¡Levántate ya! —toqué dos veces y casi me quedo de nuevo dormida en su puerta. Escuché unos pequeños y silenciosos pasos acercándose a mí, cuando…—¡Despierta! —sentí un grito agudo directo en mi oído y abrí los ojos de un solo golpe, mientras pegaba un salto asustada.—¡Amanda! Dios… ¡Cuántas veces te he dicho que no
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¿Qué haces aquí?
¿Te amo? ¡No, te odio! /Samantha Leoni
Observé cómo Aitor comía el postre preparado por Chloe, sí le gustaba. Ese era otro punto a favor.—Mmm... Vaya, está delicioso. ¿Quién lo hizo? —preguntó con una sonrisa satisfecha. Reí y antes de que pudiera contestar, alguien abrió la puerta de improviso.—¿Por qué te comes mi chocoflan? —cuestionó Chloe curiosa y molesta a la vez. Aitor nos miró a ambas y optó por un semblante más serio, cambiando drásticamente el humor que tenía.—Hola, a mí también me da gusto verte —habló sarcástico, mientras metía otra media cucharada a su boca.—Es en serio… Ese es mi chocoflan —caminó lentamente Chloe, avanzando hacia él.¿Qué quería que Chloe que hiciera Aitor? ¿Que lo escupiera para dárselo? Me pareció algo extraño que ella no se controlara, comúnmente era muy amable con las visitas… Bueno, ésta no era cualquier visita. Podía sentir mucha tensión entre ellos dos y empecé a tener miedo.—
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Comenzó la guerra
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—Abriré —avisó Katrina, pero todavía seguía mirándome.Traté de mantenerme tranquila, pero solo de pensar que al abrir la puerta vería de nuevo la expresión arrogante de Aitor, se me agitaba el estómago.—Ponle un collar para que no me muerda —mascullé, mirando fijamente la puerta, como si pudiera hacerla caer y que ésta pudiera aplastarlo.—¡Chloe! Dijiste que lo intentarías —me replicó y sacudí la cabeza, tenía que comportarme, por ellas trataría de ser… amable.Recuperé mi postura y puse mi mejor cara de póker. Kat abrió la puerta, pero giré mi cabe
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Planes malvados
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Me quedé sumergida en mis pensamientos, ahí estaba acostada en el amplio sillón de la sala. ¿Qué podría hacer para que Aitor se rindiera? Debía de ser algo terriblemente desagradable para que lo hiciera. ¡¿Pero qué?! Sabía que era un tipo fuerte y tenaz, no se rendiría de la manera fácil… ¿Cuál era su punto débil? Sabía que era alérgico a la pimienta, de niño le tenía miedo. —Podría prepararle algo lleno de esa especia —pensé en voz alta. Sería gracioso, su cara se hincharía y se tornaría roja. Tenía una pequeña lista de cosas que podía hacerle. 
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Besos fingidos
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Chloe POV—¿En qué piensas, corazón? —preguntó Owen, mientras caminábamos tomados de la mano. Salíamos de nuevo de la facultad, mientras muchos nos miraban curiosos de un modo no tan disimulado.—En muchas cosas —susurré, con la mirada perdida.—¿Será en ese Aitor dueño de tu pasado? —cuestionó, alzando las cejas.Reí algo divertida.—Es tan ridículo su nombre, más bien debería llamarse Lucifer.Recordé cuando me enteré de su nombre, siempre me causaría gracia. Me recordaba al Atol. —Entonces sí es él el que ocupa tus pensamientos.Seguimos caminando avanzando por la acera, mientras nos dirigíamos al auto de Owen.—Es cierto modo, busco una manera de fastidiarlo —contesté con sinceridad. Todavía tenía en mente qué le haría.—¡Preséntamelo! —rió, mientras me guiñaba el ojo.Solté una carcajada, mie
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Divagaciones
¿Te amo? ¡No, te odio! /Samantha Leoni
Estuve dando vueltas de un lado a otro buscando la ropa adecuada para ir a mi «plan malévolo» preparado para Aitor. Tenía que llevar algo lindo para fingir que íbamos a una fiesta y no a una simple reunión informal para pasar el rato. Caminé deprisa hacia mi gran ropero y lo abrí viendo muchos conjuntos. Batí y moví todos pero no hallaba qué ponerme, era tan estresante cuando sabiendo que tienes mucha ropa no sabes qué vestir. Y siempre la frase de una mujer es: —¡No tengo ropa! —alcé la voz, volviendo a mover los ganchos para ver si mágicamente aparecía un nuevo conjunto. Solo esperaba que no saliera mi hada madrina, porque no aceptaría su chantaje de «regresa a la medianoche»  ¡Pf! Si hubiera sido yo Cenicienta, hubiera agarrado a la hada por el cuel
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Engaño total
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—¿Qué? —musité, fingiendo que no lo escuchaba.—¿Por qué quisiste salir conmigo, si antes no querías verme? —estrechó los ojos.Era buena pregunta y tenía que contestar de forma amable, si por mi fuera, le habría dicho: “Mejor cállate, di que te invité para que no estuvieras solo como un marginado social”—Es una simple fiesta. Aparte, quiero que nos llevemos mejor, no me gusta estar peleando por todo, Aitor —respondí, mirando distraídamente por la ventana.En parte era cierto, no me gustaba pelear, pero él siempre me provocaba. No era que quería estar más tiempo a su lado, claro que no.—Vaya, qué cambio. ¿No será por lo de la apuesta?¡Rayos! No se había olvidado de ella, lo que me hizo pensar, ¿qué estará planeando para ganar? No lo sabía, pero yo era la que haría la primera jugada. —¿Qué apuesta? —pregunté con mi mejor cara de “¿Qué demonios es eso?” No qu
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Deseo de venganza
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Aitor POV  Chloe se apartaba dando cortos pasos hacia atrás, mientras yo intentaba amenazarla con la mirada para que no me dejara. No resultó y se ocultó entre la multitud de personas bailando locamente. Me quedé atónito y con fuego en mis ojos.Sentí otro tirón de mi brazo y otro de mi camisa. Volteé protestando, pero antes de que pudiera soltarme, me jalaron haciendo tambalearme y caer sentado entre las mujeres. Estas me abrazaron fuertemente, mientras que decían cosas como «Qué lindo eres» «No te sientas incómodo» «Qué ternura» Mientras que yo intent
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