Cuentos cortos & novelas

Explore una colección diversa de historias cortas cautivadoras que abarcan múltiples géneros. Perfecto para lectores que buscan un escape literario rápido y narrativas atractivas.
Clasificar por

PopularidadRecomendaciónEvaluaciónÚltima actualización
El Precio - Todos novela & todos
Luciana
Mi hijo, en sus últimos momentos, cuando ya casi no tenía fuerzas, me dijo con la voz quebrada: —Mamá, quiero ir con papá a ver el circo Barnum & Bailey. Pero, por más que intenté, nunca pude contactar a mi marido. Y así, sin poder hacer nada al respecto, tuve que ver cómo mi hijo se iba con aquel deseo en el corazón. Días después, mi marido, que había estado incomunicado todo ese tiempo, apareció de repente de la nada... ¡junto a mi prima! Se abrazaron con cariño y se besaron apasionados, con descaro, delante de mí. Fue entonces cuando descubrí que, mientras mi hijo agonizaba por su maldita enfermedad, ellos se veían muy campantes a escondidas en el Valle Rosado. El corazón se me hizo mil pedazos. Decidí que me iría y que lo dejaría todo. Pero mi marido, ese mismo que tanto me menospreció, de repente rompió en llanto.
5.5
1.8K
El Hombre que Me Persigue - Todos novela & todos
Pluma Secreta
A propósito, me masturbaba mirando el osito de peluche en la cama. Sabía que había un hombre detrás de esos ojos inanimados. Se había colado en mi casa, se había acostado en mi cama —donde yo misma había dormido—, y había dejado sus marcas en mi ropa usada. Me observó temblar, acurrucada en la esquina, después de que lo descubrí. Él no lo sabe… pero lo había estado esperando por mucho, mucho tiempo.
0
1.9K
Mi Compañero: Sin Arrepentimiento, Sin Retorno - Todos novela & todos
Lisa bean
Estaba sentada en el Ayuntamiento, a punto de firmar ese maldito certificado de vínculo de compañero con Diego, el Alfa de las Garras Lunares del Este, cuando su teléfono vibró. Le dio una mirada, tras la cual se levantó como si lo que estábamos haciendo solo fuera otro trámite más. Ni siquiera se inmutó cuando dijo: —Surgió algo, dejemos la firma del vínculo para otro día, ¿sí? Y así como así, se fue. Me dejó sentada sola, rodeada de parejas vinculadas, todas irradiando esa vibra empalagosa de «felices para siempre». ¿Por qué? Porque Elena, su querida compañerita de manada desde la infancia, se había torcido el tobillo durante el entrenamiento de velocidad de manada, tratando de seguir el ritmo de los lobos avanzados cuando apenas había pasado los aspectos básicos. Diez minutos después, recibí un mensaje: «La lesión de Elena es medio seria y tengo que quedarme con ella. Movamos la boda, ¿está bien?» Solo era una vez más, como tantas, que Diego la elegía a ella por encima de mí. Pero esta vez… No hubo lágrimas, súplicas o rabia de mi parte. La empleada me dirigió una mirada silenciosa, como si ya supiera cómo terminaba la historia. —Señora... ¿aún desea proceder? Saqué mi teléfono, no esperé a que él cambiara de opinión. Negué con la cabeza y marqué a casa. En el momento en que mi hermana Beta contestó, dije: —Dile al Alfa, a papá, que regresaré a La Cresta hoy. Hubo una pausa, tras la cual me preguntó: —¿Estás segura? —Sí —dije, poniéndome de pie, con voz firme—. Ya terminé aquí. Y, así como así, me fui. No solo del edificio, sino lejos de él.
7
1.9K
Tragedia en las Manadas - Todos novela & todos
Camila Mendoza
En el día de mi cumpleaños, mi compañero, Daniel González, celebró su boda en la iglesia... con su primer amor. Cuando lo confronté, él simplemente dijo: —Victoria fue envenenada con acónito. Solo quise cumplirle su último deseo. No lo entiendes, nos estás juzgando mal. ¿Tú sabes si te fui infiel o no? Él sabía perfectamente que, para salvarle la vida, había sacrificado mi alma de loba. Desde entonces, habíamos perdido el vínculo del alma entre compañeros y me había convertido en una simple humana, inútil dentro de la manada. No lloré, ni hice escándalo. Solo pedí una cita con la chamana para interrumpir mi embarazo. Después, me fui de aquella casa. Le dejé a Daniel una carta de despedida... y un regalo de divorcio. Pero, sin saber por qué, ese hombre que siempre me había despreciado… empezó a buscarme como un loco.
10
1.9K
Dejé de ser la sustituta y el millonario me mima - Todos novela & todos
Mariana
En toda la Ciudad Santa Lucía se sabía bien: yo era la muchacha consentida, la que Roberto Salazar y Alejandro Pedraza llevaban en el corazón. A los doce años, Roberto me rescató de las manos de un padre violento y me regaló una segunda vida. Me juró que estaría a mi lado para protegerme siempre. A los trece, Alejandro rentó un parque de diversiones entero solo para celebrar mi cumpleaños. Me dijo que cuidar mi sonrisa sería la misión de toda su existencia. Este año cumplí veintitrés, y aun así, en pleno invierno me encerraron tres días enteros en un ático oscuro y helado. Cuando mi cuerpo ya no respondía y la conciencia se me escapaba, ellos estaban acompañando a su amiga de la infancia que había vuelto: Paola Fuentes. —Todo lo que tienes me pertenece. Ya es hora de devolvérmelo —me dijo Paola. Después de escucharla, no lloré ni hice escándalo: simplemente me fui en silencio. Ellos, en cambio, se volvieron locos buscándome durante años.
10
1.9K
Del corazón roto al liderazgo: mi nueva manada - Todos novela & todos
Isabella Luna
Ricardo me había prometido que, en el gran banquete de la noche en que se fundara la manada, anunciaría frente a todos los miembros de la manada nuestro matrimonio de ocho años. Sin embargo, ese día, su amor de la infancia, Liliana, ocupó mi lugar, sentándose en el puesto de Luna a su lado. —Dicen que el Alfa tiene una compañera con quien lleva casado ocho años, ¿no será acaso la señorita que está a su lado? —preguntaron los guerreros con causalidad. Ricardo sonrió, sin contradecirlos, como si estuviera dando por válido lo que decían. Quise pedirle una explicación, pero lo escuché decir: —Aunque me ayudaste a conseguir la posición de alfa, tu origen es demasiado humilde, no se compara con la noble cuna de Liliana. Como mi compañera, debes ser más comprensiva. No discutí. Me di la vuelta de manera decidida y me fui de la manada que una vez construimos juntos. Después, fundé mi propia manada y expandí mi territorio hasta convertirlo en el más grande de toda la federación. En la ceremonia, donde el Rey Alfa me otorgó una medalla de honor, Ricardo se paró entre la multitud y le dijo orgullosamente a los que estaban cerca: —Ella es mi esposa. Fingí no verlo, pero él se puso tan ansioso que se le enrojecieron los ojos.
0
1.9K
La Búsqueda - Todos novela & todos
Verónica
Fui prisionera de Luis en una isla remota durante medio año. La gente decía que él había gastado millones para comprarme aquella isla. La seguridad que había en ese lugar era comparable a la de la Casa Blanca. Ni un solo pájaro que volara por encima de esa zona podía escapar sin que le volaran las plumas y el pescuezo de un balazo. Pero nadie sabía que esos cuidados y atenciones que todos envidiaban, para mí no eran más que una tortura. Hasta que él encontró a una chica que se parecía demasiado a mí. Fue entonces cuando comenzó a perder el interés en mí. Un día, ella aprovechó que él no estaba y llegó a la isla con un grupo de personas. Me rompió la mano, me marco la cara con un cuchillo y luego me metió en una jaula para perros. Cuando Luis me encontró, ya estaba al borde de la muerte. —¡Luis, esta mujer quería ganarse tu confianza imitándome! ¡Seguro es una usurpadora! ¡Hay que hacerla pagar un alto precio por esto!
6
1.8K
El Girasol Abandonó al Sol - Todos novela & todos
Antonella Guadalupe Maya
Adriana Falcón, la amiga de la infancia de Andrés Rojas, quedó embarazada. Nadie sabía de quién era el bebé, pero para proteger la reputación de Adriana, él decidió reconocerlo como suyo. Y, mientras tanto, el hijo que yo llevaba en el vientre se convirtió en un bastardo sin padre. —Adriana es una chica buena. Quedar embarazada sin estar casada sería demasiado cruel para ella, no soportaría las habladurías —dijo Andrés con total indiferencia. Una sola frase bastó para que mis cinco años de amor se volvieran una broma cruel. Después, mi familia se unió para arrastrarme al hospital y obligarme a abortar. Mientras tanto, Andrés se quedaba al lado de Adriana, cuidándola con toda la ternura del mundo como si fuera de cristal. Cuando volvió a casa, yo ya había perdido a mi hijo... y me había ido para siempre.
0
1.9K
La Máscara del Amor - Todos novela & todos
Skytree
Mi novio de diez años se casó con mi hermana. Tras lo cual, el profesor más joven de la Universidad del Norte Fronterizo, Javier Santiago, publicó un comunicado en el sitio web oficial de la escuela, anunciando públicamente nuestro compromiso. Durante siete años de vida en pareja, él siempre fue gentil y responsable, como si me viera como lo único en su vida. Hasta que por casualidad escuché su conversación con un colega: —Rosa ya es la terapeuta con más potencial del Norte Fronterizo, ¿vas a seguir actuando con esa mujer? —Para que Rosa viva tranquila, estoy dispuesto a seguir manteniendo la relación de pareja con Helena. Así ella no va a volver a desestabilizar la familia de Rosa. Me quedé en silencio, parada al otro lado de la puerta, escuchándolo hablar con ese tono tan calmado, convirtiendo mis siete años de amor profundo en una «actuación cooperativa». En su cuaderno de investigación, cada página tenía escrito el nombre de Rosa. «Que la investigación de Rosa vaya bien.» «Que mi amada Rosa sea la mujer más feliz.» *** «Rosa, estoy dispuesto a pasar la vida con una mujer que no amo, a cambio de que tengas esa sonrisa feliz en tu cara todos los días.» Siete años compartiendo la cama, como un sueño muy largo. El día de nuestro séptimo aniversario, me subí al teleférico que ya había reservado. Con la luz del amanecer, a mil metros de altura, abrí la puerta de la cabina. Bloqueé el enlace mental, me bebí la poción para romper el vínculo y salté. Al enterarse de la noticia, Javier rápidamente trajo al equipo de búsqueda más profesional del Norte Fronterizo. Desplegó un rescate exhaustivo, queriendo encontrar mi cuerpo... En el valle, gritaba mi nombre una y otra vez, como si el arrepentimiento tardío pudiera devolverme la vida.
3
1.9K
Diez Dólares, Dos Vidas - Todos novela & todos
Lía Vallejo
Últimamente, en la Manada Luna de Sangre no se habla de otra cosa: el Alfa, Gael Ibarra, decretó que en la Casa del Alfa nadie puede gastar más de diez dólares al día. Sí, diez miserables dólares. Y lo peor: esa regla absurda no vino de ninguna tradición ni consejo de ancianos, sino de su flamante “planificadora financiera”, Lía Rosales. Yo, la Luna, por gastar apenas un dólar de más en medicina, fui arrastrada al patio y condenada a veinte latigazos. Con apenas dos golpes, ya sentía la piel desgarrada y la falda pegada a la sangre. Mi asistente corrió hacia mí, desesperada, llorando: —¡Basta, por favor! ¡La Luna está delicada, no puede soportar un castigo así! Pero Lía levantó el brazo con más saña: —¡Veinte por un dólar de más! Eso fue lo que me prometió el Alfa. ¿Quién se atreve a desobedecer? Me abracé el vientre, jadeando, y con la voz hecha un susurro logré decir: —Llamen… al Alfa… Gael llegó rodeado de su séquito. Cuando sus ojos vieron mi espalda hecha un mapa de sangre, brilló en ellos algo que parecía compasión. —Lía, basta ya —ordenó. Ella lo miró con lágrimas contenidas: —Cuando me trajiste, dijiste que todos iban a obedecerme. Ni siquiera he usado la fuerza. ¿Ahora te vas a echar atrás? Dio media vuelta, ofendida. Gael le sostuvo el brazo y murmuró con cansancio: —Está bien… yo no me meto. No te desgastes. Que sigan los guardias. El cuero siguió azotando mi carne hasta abrirla en carne viva. Un calor tibio se desbordó entre mis piernas y, sin entender por qué, solté una risa quebrada que me llenó los ojos de lágrimas. Al día siguiente, cuando por fin Gael se acordó de mí y mandó llamar a la sanadora, encontró a mi asistente destrozada, abrazada a mi cadáver. —Luna… ¿cómo pudiste irte así? —sollozaba—. Dos vidas… dos vidas…
0
1.8K
Anterior
1
...
3233343536
...
41
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP