Con un nuevo jefe, significaba nuevos cambios y el trabajo parecía inacabable, había una lista de pendientes por resolver y cada vez más rumas de carpetas sobre el escritorio de Selina.Los últimos días, su jefe, Ares, parecía estar intentando esquivarla, se mantenía encerrado en la oficina y solo la llamaba para lo estrictamente necesario, sin embargo, había algo extraño, Ares también mantenía a Selina todo el tiempo ocupada en su escritorio.Como si él no quisiera que ella se trasladara a otros departamentos o anduviera por los pasillos, cada vez que hacía falta buscar alguna orden o archivo, Ares exigía a las otras asistentes traerlos, por lo que Selina no se movía de su lugar.Aun así, la cantidad de trabajo acumulada, era agotadora para Selina, quien se esforzaba cada vez más para cumplir con sus responsabilidades y no perder su trabajo, por esto, decidió quedarse hasta muy tarde para adelantar.—Qué oscuro está… — Murmuró Selina, levantando el rostro hacia el cielo, al sali
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