Marcus Thorne entró en la sala de juntas principal de Thorne Corp. con una confianza forzada, sintiendo el peso de cada mirada, la sala, dominada por una larga mesa de caoba pulida y ventanales con vistas panorámicas a la ciudad, olía a poder y a café recién hecho, diez directores de la junta estaban sentados, la mayoría hombres mayores y circunspectos, figuras que Marcus había pasado años cultivando.Vio a Ariadna inmediatamente, estaba sentada sola en un extremo de la mesa, vistiendo el mismo traje gris sencillo del día anterior, no se veía poderosa, se veía pequeña, pero la frialdad en sus ojos era un desafío directo, junto a ella no había abogados, ni asesores, solo su bolso de mano.Marcus se colocó en la cabecera, el lugar que consideraba suyo por derecho, Giselle se deslizó a su lado, su presencia ya un arma, lista para el drama.El presidente de la junta, el Sr. Harrington, un hombre con la paciencia de un santo, golpeó la mesa con un bolígrafo para iniciar la reunión."Caball
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