Giró para quedar frente a él. Necesito mantenerme firme, porque ahora lo único que quiero es huir. También porque, siendo sincera, no tengo ningún plan.Nunca fui una seductora. Solía ser popular con los hombres, sí, pero eso fue en la universidad; ha pasado tanto tiempo, tanto trabajo y tanta deuda, que olvidé el arte de atraer a alguien.Aun así, el simple hecho de haber llamado su atención… lo que pasó en ese restaurante… ya es un milagro para mí. Un paso enorme que ni siquiera planeé. Pero ahora estoy determinada. O eso creo. Necesito una oportunidad real, salir de deudas, darle a Rubí la vida que merece.Y a quién quiero engañar… estoy en un punto de mi vida donde sería capaz de venderle el alma a quien sea por una sola oportunidad. Por estar, aunque sea una vez, bajo los reflectores.—Ayer saliste corriendo —rompe él el silencio entre nosotros.¿Qué se supone que responda? ¿Que estaba tan excitada que me asusté?—Perdone, no fue mi intención.Él suelta una risa seca.—Entonces ¿
Leer más