Capítulo 3— Una treta entre amigosNarradorUn día iniciaba en la mansión Prat cuando Herodes bajaba a su estudio, la noche anterior apenas pudo dormir teniendo a Bárbara en la misma cama, que el día se le haría eterno, y es que el simple hecho de tenerla tan cerca, sentir su aroma, detallar su figura a su lado, era todo lo que quería, y no podía tocar. Ordenando el cuello de su camisa, mientras avanzaba por la amplia estancia, acercándose a este como todas las mañanas, Riccardo, su hombre de confianza, ingresó con él a su pequeño santuario, y cerrando la puerta a sus espaldas mientras Prat rodeaba el escritorio, habló.—¿Qué tal tu primera noche de bodas?— Sabiendo perfectamente que su matrimonio con Bárbara no era más que una farsa, un pago para saldar las deudas de Amestoy, Riccardo tomó su lugar en la silla frente a Herodes, y ladeando su cabeza de un lado al otro tratando de aligerar la tensión de su cuello, Prat respondió.—Una noche normal... Una noche en donde dormí muy mal si
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