Al quedarse sola todo lo que Catherine pudo hacer fue abrazarse a su misma con fuerza, sintiendo un gran dolor en lo más profundo del alma por lo que había pasado. Le dolía la forma en que Thomas la trato y es que sabía que pretendía cumplir con su promesa y eso le aterraba. No solo por el dolor que le pudiera causar, sino porque en el fondo sabia que si no tenía cuidado podría causarle el daño más terrible de todos, el de un corazón roto. Estaba consciente de que por más que las circunstancias de su matrimonio hubieran sido terribles, no podía negar lo que su sola presencia había despertado en ella.Por desgracia, era consciente de que él no sentía, ni jamás llegaría a sentir lo mismo; sino que, al contrario, solo le despreciaba. Intento que las lágrimas dejaran de fluir de sus ojos, tranquilizarse al menos un poco. Después de todo, sabía que el estar en ese estado no le haría ningún bien, no cuando su única opción era resistir. Debía soportar lo que sea que sucediera, pues conocía
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