Capítulo 5

Catherine apenas podía creer lo que estaba pasando y aunque sabia que Thomas como su esposo que era, tenía derechos sobre ella. La verdad es que no podía hacerlo, no se sentía lista. Por desgracia, no tenía opción.

            —Rápido —ordeno con firmeza.

Catherine hizo acopio de todas sus fuerzas y levanto la pierna para salir del todo de su vestido. Comenzó a caminar hacia él con pasos lentos y es que cada uno era una verdadera tortura. En tanto que Thomas solo la esperaba aun sentado en su silla con las piernas ligeramente abiertas y una de sus manos se encontraba sobre el posa brazos, sosteniendo su copa a medio terminar.

Una vez se encontró a solo un par de pasos ante él, se detuvo. Espero pacientemente y hasta con cierta resignación lo que se dispusiera a hacerle. Fue de ese modo, hasta que luego de un par de minutos en los que este le observo atentamente, le vio al fin directo al rostro.

            —Desvísteme —le ordeno para su mayor sorpresa.

Aquello valla que la asusto, tanto que su primer impulso fue alejarse tan rápido como le fuese posible. Se dispuso entonces a dar la vuelta y correr. Por desgracia, él fue mucho más rápido y la sujeto por el brazo antes de que pudiera dar un solo paso. Sentía su mano en torno a su muñeca tan firme como un grillete, el cual le detenía justo en aquel lugar.

Catherine volteo a verlo aterrada y en ese momento Thomas tiro de su mano con firmeza para hacerla caer de rodillas al suelo, justo ante él. El golpe sordo de sus rodillas al chocar contra la madera fue todo lo que se escuchó.

            —¿Acaso no me has escuchado? Quítame la ropa —le exigió, siendo mucho más claro al respecto; mientras mantenía el agarre sobre su brazo.

En ese momento, Catherine entendió que no tenía opción. Comenzó pues a levantar sus manos de forma dudosa hasta el nudo de la corbata. Thomas entiendo que aria lo que decía, así que la soltó; colocando sus manos en los reposabrazos y espero a ver lo que hacia.

Catherine comenzó a deshacer el nudo de su corbata de forma torpe y una vez termino, intento reunir todo el coraje que le quedaba para comenzar a abrir uno a uno los botones de su camisa. Mientras estos iban cediendo ante sus torpes dedos, una porción de piel de su torso iba quedado a la vista.

Mientras eso ocurría, Catherine no puedo evitar sentir como su corazón latía con cada vez mas fuerza y una sensación de calor la envolvía por completo. Sentía como le ardían las metillas y no podía separar la vista de aquella piel salpicada de vellos que aparecía ante ella. Fue así hasta que sin poder evitarlo y en un acto que iba mas haya de su propia cordura, coloco la mano en la piel desnuda de su pecho, deseando sentirlo.

En cuanto lo hizo recupero la lucidez y es que se daba cuanta de la locura que acababa de cometer. Por desgracia, fue demasiado tarde y Thomas la sujeto por los brazos para ponerse de pie con rapidez; obligándola a hacerlo de igual manera. En un inicio creyó que la reprendería por lo que acababa de hacer, pero no fue de ese modo; sino que solo permaneció en silencio por unos pocos segundos. Fue de ese modo, para luego tomarla entre sus brazos sin cuidado alguno; llevándola hasta la cama. La coloco sobre esta, yendo con ella enseguida.

En cuestión de segundos, Catherine se dio cuenta de la posición en que se encontraban. Ella tendida de espaldas sobre la cama y Thomas sobre ella, podía sentir una de sus rodillas entre sus piernas, manteniéndolas separadas, Tenía una de sus manos justo a un lado de su rostro, manteniéndolo suspendido sobre ella.

Se sintió atrapada por él, casi indefensa. No obstante, esa sensación pronto se vio superada; cuando sintió como su otra mano comenzaba a recorrer una de sus piernas desde la rodilla para ir subiendo con suma lentitud. Su mano se sentía tan caliente que era como si la marcara con fuego, en especial cuando comenzó a subir su camisón para explorar bajo este. Lo hizo deteniéndose justo a la mitad de su muslo, apretándolo con fuerza: al tiempo en que bajaba su rostro hasta su cuello. Sintió la calidez de su aliento haciéndole cosquillas, así que solo cerro los ojos y levanto el rostro para darle mayor acceso.

Su respiración pronto se volvió entrecortada y dificultosa ante todo aquel cumulo de sensaciones que comenzaban a despertar en su cuerpo; ante el temor por lo desconocido y el deseo por descubrirlo. Antes de poder entenderlo, un gemido escapo de sus labios y solo un segundo después, la calidez del cuerpo de Thomas le abandono por completo.

Se incorporó con rapidez, solo para verlo parado ante ella; viéndola con un profundo odio.

            —Creí que había sido suficientemente claro en la iglesia, pero por lo visto no lo has entendido. Este matrimonio no es y jamás será real —le dijo con total claridad.

            —No podrías presentarte ante mi de ninguna manera que me tentará a tomarte como mía, te desprecio y siempre será así. Eres lo peor que me ha sucedido, maldigo el día en que me cruce en tu camino y el de tu padre —vocifero con enojo.

            —No te equivoques, que si accedí a las mancipaciones de tu padre fue porque no tenía otra opción. Quiero que sepas que en cuanto consiga acabar con él, no habrá fuerza en esta tierra que me haga permanecer a tu lado; ahora solo apártate de mí —le exigió, viéndola con desprecio; justo antes de salir de la habitación hecho una verdadera furia.

Thomas abandono la habitación con rapidez, deteniéndose cuando llego al pasillo. Intento respirar profundamente para calmarse y es que no esperaba que su maldito cuerpo reaccionara ante la cercanía de aquella mujer. Mas que furioso por ese hecho lanzo un puñetazo a una pared cercana, intentando descargarse; lo cual funciono apenas un poco.

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