Volví al apartamento de Alison realmente decepcionada del encuentro con Fabián Mistic. Lo admiraba tanto que estaba feliz de verlo, de conocerlo, de olvidarme un poco de mi realidad, de estar con él dos horas alucinantes, diferentes e irreales, pero fue un encuentro terrible. Nunca me hubiera imaginado que fuera un hombre tan arrogante, tan duro, tan prepotente y falso.

Sus libros demuestran un Fabián Mistic diferente, romántico, caballeroso, perfecto, un hombre que cualquier mujer desearía tener en su vida. Sin embargo, todo parece ser una fuerte fachada que utiliza para vender, ganar dinero y tener seguidores. Ya no soy una de ellas, pero es muy obvio que una menos no le afecta en absoluto.

Alison volvió y me encontró llorando en su sala. La humillación que había sentido en la cena y la desilusión de conocer al verdadero Fabián estaba dejando su paso con mis lágrimas.

―¿Qué te sucede? ¿Tu mamá está bien?

―Sí, todo está bien es que…

―¿Dime? ―insistió en saber muy preocupada, mientras