Capítulo 115: Nos casaremos mañana.
Una vez que la ecografía había terminado, sequé las lágrimas con el reverso de mis manos. —El bebé está bien —dijo el doctor Bennett—. Pero tu hígado no. Necesitas reposo absoluto y tratamiento constante. El estrés empeora todo. No podía evitar sentir una presión en el pecho, semejante a la culpa. Podría haberme matado, podría haber sufrido falla hepática, podría haber matado a mi bebé. Todo por querer huir de Frederick, de desconfiar de él. Yo tenía mis razones para dudar, para querer buscar la verdad. Pero podría haber pagado un precio aún más alto. Frederick no dijo nada, pero su mano encontró la mía bajo la sábana, apretándola con fuerza. Su rostro era gélido al igual que sus ojos, no podía ver detrás de ellos, pero me estaban viendo a mí y solo a mí. Tragué saliva, apartando la mirada.Frederick se preocuparía por el bebé, por mí, pero sé que me hará pagar, de alguna manera. Ya ha demostrado tener mucha imaginación cuando de venganzas se trata.A los veinte minutos, Frederi
Ler mais