¿Qué hacía esa mujer aquí?

La última vez que supe de ella, fue cuando tuvimos aquella fuerte discusión en su mansión, después de que declararán culpable a mi padre. Solo quería desahogarme y terminó tratándome como si fuera un estorbo, como si ya no mereciera la pena ser mi amiga por haber perdido mi fortuna.

Terminamos agarrándonos de las greñas y fuimos separadas por sus guardias, quienes me sacaron del lugar.

Yo pensé que ella era mi amiga, pero una vez que mi cuenta estuvo en números rojos, desapareció.

Tomé un sorbo de jugo y me levanté de la cama. Me cambié lo más rápido que pude, colocándome un vestido decente. Podía recorrer la mansión con libertad, pero no salir al exterior, ni siquiera a mi bonito jardín. Una vez lo intenté, solo por curiosidad. Pero la puerta estaba sellada. Las plantas, el césped, la tierra, todo se moriría por la falta de mantenimiento.

Me puse unos tacones altos y peine mi melena rubia en un moño alto, para después usar un maquillaje ligero.

Salí de