LARSEl proyecto en el que trabajaría con Frantid tenía que ver con la investigación de nuevas tecnologías para la detección del cáncer de páncreas en etapa temprana a través de análisis de sangre, básicamente porque los análisis de sangre eran menos invasivos y quizá más económicos y específicos.Esto era algo que llevaba años investigándose, e incluso yo mismo dediqué tiempo a ello desde mi infancia; sin embargo, era complicado. Detectar el cáncer a tiempo no garantizaba su curación, sobre todo uno tan complejo como el de páncreas, pero la detección temprana era la clave, ¿verdad?Con eso en mente, podía entender por qué yo era bueno para el proyecto, ya que tenía experiencia y había hecho estudios personales en el pasado en el área de biomarcadores y en el diseño de ensayos clínicos. Por supuesto, para llegar a esa etapa podría pasar mucho, pero no tanto si se consideraba que la investigación iba muy avanzada.Por eso en parte me reconforté al llegar ese lunes y pasar a la oficina

LARSLa fiesta de cumpleaños del profesor Olsen llegó, y me vestí de punta en blanco para celebrar la ocasión. Además, conseguí un bonito presente, una antigüedad de esas que a él le gustaban bastante, y me dirigí al lugar de la fiesta, un teatro reconvertido en salón de fiestas de la élite a las afueras de la capital.El frío llegaba a un punto culmen, pero la primavera estaba a la vuelta de la esquina. No veía el momento de dejar de usar los abrigos gruesos e ir un poco más suelto por la calle, aunque últimamente casi vivía en el laboratorio.Entré al salón y dejé la caja de regalo donde se me indicó, tomé una copa de champaña y miré a los alrededores. El profesor Olsen conversaba con calma con Ulrik y Dominik, y no pude evitar preguntarme si acaso habían ido juntos. ¿Eran pareja? En el pasado el moreno siempre dijo que no eran más que amigos, pero también dijo que se habían acostado algunas veces, así que… ¿de verdad podías ser solo amigo de alguien con quien has tenido sexo? Yo no

LARSToda esta situación me tenía harto.Pude oír los pasos tras de mí, y sabía que se trataba de Ulrik. No sé por qué, pero era él, mi fuero interno me lo decía; sin embargo, no quería tener nada que ver con él. ¡Ya estaba harto! Maldita sea, ¿qué le pasaba al estúpido de Malek? ¿Quién se creía ese tipo?De repente, me vi detenido, y al encontrar el rostro del moreno, cerca de la entrada de la propiedad, le dije sus cuatro verdades. Estaba hasta la coronilla de su presencia. ¿Creían que quería algo con él solo porque me encontraba trabajando aquí?—¿No estás con tu querido Malek? ¡Ese maldito te está celando como si fueras su perra! ¿Que no te das cuenta? Y yo no vine aquí para esto, Ulrik, sino para trabajar, así que apriétale la correa.En mi arrebato no medí mis palabras, no tenía salvación con eso, pero no importó. Necesitaba sacarlo.Él frunció el ceño, al parecer no entendiendo del todo mi mensaje, y la extrañeza llenó toda su expresión.—No entiendo de qué hablas. Él y yo no s

LARSAntony Cook…Esa mañana de lunes fui a la oficina del CEO sin invitación ni una razón. Solo moví los pies después de dejar algunas cosas listas en mi oficina, y llegué hasta ahí.¿Por qué?Necesitaba respuestas…¿Necesitaba?Tragué entero y suspiré. Asami no estaba en su escritorio, y Hakim y Kenji me miraban curiosos desde sus posiciones, lo que me ponía hasta un poco más nervioso, pero me armé de valor y llamé.Fueron tres toques, y con cada uno sentí que se me aceleraba el corazón.¿Por qué? No tenía sentido.—Adelante —escuché su voz desde el otro lado.Puse la mano en el pomo y lo sentí frío. Un escalofrío se regó por mi cuerpo, y abrí despacio.Cuando me vio, la duda invadió su semblante, y con toda la razón. Él estaba en el sofá de su recibidor, y su secretaria al parecer le daba las minutas del día. Ella me miró extrañada y luego al moreno.—Buenos días —saludé lo más sereno que pude, mire a la asistente y luego al jefe y me aclaré la garganta—. Doctor Jantzen, ¿podemos h

LARSEran las ocho cuando llegué a casa de Ulrik en taxi, y pasaron unos minutos hasta que reuní la valentía para tocar el timbre. La propiedad quedaba en una zona acomodada de la ciudad, en un barrio con mucha seguridad, e incluso vi algunas caras conocidas entre el personal.Ulrik viajaba mucho, y siempre decía que no necesitaba un lugar tan grande para vivir, pero apreciaba las casas en lugar de los edificios, y por eso compró este lugar hacía años. Había tenido la oportunidad de venir aquí tiempo atrás.Cuando la puerta se abrió, y vi al moreno en ropa de estar en casa aparecer, sentí que se me congelaba todo por dentro de forma bastante dolorosa y quise resoplar, pero me lo tragué.Él me miró con aparente neutralidad, pero en sus ojos detecté cierta sorpresa, como si no esperara que de verdad apareciese frente a su puerta.Bueno, a sus ojos era un cobarde, así que ese asombro tenía todo el sentido del mundo.—Buenas noches —murmuré quedo.Sentí un cosquilleo en mi nuca al saberme