Cuando Dante estuvo por delante de Alicia, el hombre acaricia el rostro de la mujer, lentamente van acercándose, el hombre no ocultaba su deseo. Los labios de Alicia, eran el abismo, una promesa rota hecha caricia, y Dante estaba perdido en el hechizo, entonces sus labios se encontraron y se reclamaron, él bebio el aliento de ella como si fuera vida.Los dedos de ella rozaron su cuello lento, como llamas suaves, como el viento, y en un instante eterno, sin aliento, el mundo cayó rendido a la par del tiempo de ellos.Un beso, solo uno, y ardió la noche,con su lengua de fuego entrelazada,Sus labios, eran como puñales de terciopelo, sus manos una prisión desesperada tratando de retener al otro.El cielo de Roma se rompió en mil pedazos, cuando sus bocas se devoraban, y no hubo dios, ni ley, ni infierno que pudiera negar que aquel fuego de ellos dos era más grande que el averno.Eran, furia, tormenta, la pasión hecha carne, entonces sus cuerpos necesitan más, como el mundo del oxígeno p
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