Capítulo 54. Poniéndola en su lugar.
Desde su posición, Aurora clavó una mirada cargada de furia y resentimiento en la pareja que acababa de hacer su aparición en el salón de celebraciones.Esa noche, Aurora había esperado encontrar una ocasión propicia para acercarse a Francesco e intentar entablar una conversación significativa con él.Ya lo había intentado con anterioridad, llamando insistentemente a su oficina, pero él se había negado sistemáticamente a atender sus llamadas e, incluso, a recibirla en persona.Aurora no tenía duda de que la responsable de este desplante era Catalina Esposito, la mujer que ahora se mostraba radiante junto a él, acaparando toda su atención y frustrando sus anhelos de reconciliación o, al menos, de una simple audiencia.La bilis del enojo le quemaba en la garganta al contemplar la felicidad ajena, alimentando su rencor hacia la intrusa que se había interpuesto en su camino.No obstante, durante esa misma velada, el destino tenía reservada para Aurora una revelación sumamente interesante
Leer más