EvaDesde hace días, siento que mi cuerpo no me pertenece. Como si algo latiera dentro, algo viejo y oscuro, una fuerza que despierta con cada pensamiento, con cada emoción que no logro contener. Me miro las manos, las mismas que ayer parecían humanas, pero hoy vibran con una energía que no comprendo, y me asusta.Camino por la habitación con pasos inseguros, tratando de encontrar una explicación racional, pero la lógica se desvanece ante el peso de lo imposible. Es como si estuviera conectada a Damián, más allá del pacto, más allá del miedo.Puedo sentir su rabia como un incendio que arde justo bajo mi piel. Su dolor, un eco sordo que retumba en mi pecho. Y, a veces, ese deseo oscuro que creí enterrado, que no quiero reconocer.No puedo evitar preguntarme si él siente lo mismo. Si esta unión invisible lo consume igual que a mí. Pero no me atrevo a mirarlo a los ojos, no todavía.Esa noche, cuando menos lo esperaba, todo estalló.Estábamos en el bosque, vigilando la zona tras las últi
Leer más