Pero Valeria, al ver que su estratagema no funcionaba, no estaba dispuesta a dejar en paz a Sofía tan fácilmente.Insistió en seguirla, intentando alcanzar el cierre trasero del vestido de su hermana, mientras susurraba con fingida preocupación:—Hermana, ven, déjame ayudarte. Te acompaño. Este lugar es enorme, no es seguro que vayas sola.Con estas palabras, se acercó a Sofía con calculada naturalidad y extendió la mano derecha.Sofía adivinó sus intenciones y se apartó bruscamente, con un brillo de impaciencia en la mirada.—Ya te dije que no necesito ayuda. Puedo sola.La persona que había contratado ya la esperaba en el vestidor.Apenas se puso el vestido, sintió que algo no andaba bien.Simplemente había decidido seguirle la corriente, para confirmar si, como sospechaba, su "querida hermanita" estaba detrás de todo.Ahora, al verla tan ansiosa, sus dudas se disipaban.El baile seguía en pleno apogeo, y aquel forcejeo entre ambas no tardó en atraer las miradas de muchos curiosos.A
Leer más