Al oír aquello, un murmullo de sorpresa recorrió el salón.
—¿Será cierto?
Alguien más expresó sus dudas:
—Sí, pero el director general de Altamira Desarrollos no suele asistir a este tipo de eventos. De hecho, dicen que casi nadie lo ha visto en persona.
—Bueno, eso es lo que se rumora, pero quién sabe si sea cierto.
—Si él viene, la posición de Inmobiliaria Panorama va a cambiar radicalmente.
Todos asintieron, reconociendo la verdad en esas palabras.
¿Quién en Monterrey no conocía los métodos implacables de aquel personaje?
Y ni hablar de la posición de Altamira Desarrollos en la ciudad; eran una entidad casi mítica, por encima incluso de las familias más adineradas.
Valeria observaba la escena desde el segundo piso, y una sombra de resentimiento ensombreció sus facciones usualmente agraciadas. Por supuesto que sabía cuál era el verdadero propósito de aquella recepción.
Pero ¿por qué?
Ambas eran hijas de la familia Vargas, ¿por qué Lorena parecía tener tanta preferencia por Sofía?
El