Alexander Lee En reuniones,conferencias, juntas ,siempre sabía donde estaba mi lugar, mi posición, sabía qué decir, qué convenía y qué no. Pero ahora, sentía que había entrado a un lugar totalmente desconocido. Un juego totalmente nuevo. Que Aimunan también piense que mi situación puede ser una Maldición, hiere mi orgullo. Ahora podría hacer dos cosas: La primera llamar a Karl y sacar a Aimunan de aquí y regresarla a Venezuela ó creer en la maldición y si es como mi abuelo dice, buscar que ella revierta la maldita profecía. Me burlo de mí mismo en lo que estoy considerando ahora. Pensar en la primera, es no volver a buscarla nunca más. Y yo seguiría mi vida como lo he vivido hasta ahora. Pero hay un detalle, ahora que mis padres y abuelo saben de su existencia, no la dejarán escapar, incluso si eso implica buscarla a Venezuela lo harían sin dudarlo, sobre todo mi abuelo, a ellos lo que más les preocupa es que la familia desaparezca. Y si hay una mínima posibilidad, la p
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