El Girasol Abandonó al Sol
Adriana Falcón, la amiga de la infancia de Andrés Rojas, quedó embarazada.
Nadie sabía de quién era el bebé, pero para proteger la reputación de Adriana, él decidió reconocerlo como suyo. Y, mientras tanto, el hijo que yo llevaba en el vientre se convirtió en un bastardo sin padre.
—Adriana es una chica buena. Quedar embarazada sin estar casada sería demasiado cruel para ella, no soportaría las habladurías —dijo Andrés con total indiferencia.
Una sola frase bastó para que mis cinco años de amor se volvieran una broma cruel.
Después, mi familia se unió para arrastrarme al hospital y obligarme a abortar.
Mientras tanto, Andrés se quedaba al lado de Adriana, cuidándola con toda la ternura del mundo como si fuera de cristal.
Cuando volvió a casa, yo ya había perdido a mi hijo... y me había ido para siempre.