El Alpha

Calculador, manipulador, millonario, seductor, obsesivo compulsivo a tal grado que lo ha vuelto un hombre bastante alejado del mundo exterior, no fiestas y por más que lo desee no quiere amigos pero le es imposible que su colega de travesura de la infancia deje de merodear por su oficina provocándole ataques de nervios por lo desordenado que suele ser. Donovan Bristol a sus treinta y un años de edad permanece siendo santo, ni besos, ni caricias, ningún tipo de contacto con mujer u hombre. Siempre enfocado en llevar a sus empleados al límite porque su empresa de importación de piezas automotriz debe ser la mejor en todo el mundo. Dayana Berlusconi es todo lo contrario al señor Bristol. Una mujer hiperactiva, despreocupada, promiscua, desbocada y con un carisma inigualable, Dayana llegará al señor Bristol como su nueva secretaria ejecutiva poniendo de cabeza su mundo, Donovan no podrá despedirla porque ella será su salvación cuando está a punto de perder lo que más ama: su empresa.

Convencida de que su amiga ha desaparecido en Rusia, Agatha se embarca en una loca aventura y decide encontrarla. Entonces, cuando se le aconseja que busque ayuda del rico Apollon Ivankov, Agatha se lanza antes de arrepentirse rápidamente. En efecto, además de tomarla por una loca, el hombre de imponente complexión despierta en ella una fascinación que la perturba y la empuja irresistiblemente hacia él.

Madson Reese ve cómo su mundo se desmorona cuando conoce a Cesare Santorini con su cuñada durante la recepción de su boda. Él le hace una propuesta absurda. Ella no está dispuesta a aceptarla. Su padre, sin embargo, no piensa lo mismo. Para salvar el patrimonio familiar, se ve obligada a vivir en una mansión rodeada de secretos con su marido y su amante.

El Alfa Lizandro Masherano casi es condenado a vivir sin amor. Después de mil quinientos años de búsqueda al fin, su amada luna es encontrada. La hermosa Valentina Bianchi ha llegado a su vida el mismo día que pierde a su padre, El lobo enamorado por fin es feliz. Sin embargo, nunca imagino que su pareja destinada perteneciera a alguien más. Su personalidad posesiva y el profundo amor que siente hacía ella lo lleva defender lo que por designio de la diosa luna le pertenece. Para Lizandro y Valentina no todo será amor y felicidad, por qué una vez más el destino lo pondrá a prueba cuando el único aliado para vencer a sus enemigos, tambien su rival en el amor.

Amelie creía ser una humana común y corriente y Dean creyó que jamás volvería a ver a su mate luego de esperar durante tres largos siglos y haberse casado recientemente con la mujer que lo consoló por muchos años. Pero ninguno imaginaba que el destino les prepararía un encuentro en el momento menos esperado. Ella no sabe que es una diosa de un planeta oculto, alma gemela del Alfa de los Licántropos y que tiene permitido enamorarse de quien sea, menos de él. Sin embargo, no podrá resistirse a los encantos de aquel hombre misterioso y sensual que podrá su vida patas arriba cuando atraviese su alma con aquellos profundos ojos azules. ¿El amor entre ellos será más fuerte que el poder, una raza y una corona? Un amor prohibido...

Ella no es la típica chica objeto de acoso por parte de su profesor. ¡Eso jamás! Verónica es... la acosadora, la desquiciada, loca y pervertida estudiante sin límites; que a un semestre de graduarse decide arriesgarse a dar una optativa ajena a sus intereses [historia universal] la excusa perfecta para estar más cerca de su ferviente capricho. El profesor Ricardo Miller. Alguien reservado, jodidamente meticuloso, bastante galán y amargado. Un hombre ejemplar de vida ocupada, que con sus apenas 32 años se ve envuelto en una penosa persecución perpetrada por su estudiante, su dolor de cabeza, y, quizá, el amor de su vida. ¿Será capricho o amor?

Las cosas se han complicado un poco para Emily: Rafael actúa extraño, su padre es igual de intolerante y ahora ni dentro de ella misma se siente a salvo. El carácter fuerte de la chica rica parece ir desvaneciéndose, pero a la vez, la rebeldía aumenta vertiginosamente, deparando un futuro incierto que puede convertirse en catastrófico. Este libro es una secuela. Leer previamente "El Joven Guardaespaldas".

La intriga, un par de secretos ferreamente guardados y el peso de miles de vidas depositados sobre los delicados hombros de una frágil, humilde y marcada mujer por la vida. El deber impuesto sobre el deseo de un corazón casi marchito. ¿El bien mayor o el amor? ¿Qué triunfara al final?

Cloe es testigo de la traición y asesinato de su padre el Alfa Philippe a manos de integrantes de su propia manada. Por lo tanto, huye hacia el bosque para no ser asesinada también. En ese lugar conoce a Matt un exintegrante de la manada de lobos negros que fue aceptado en la manada de lobos blancos, cuyo Alfa Abraham planea retirarse y cederle el puesto de Alfa a él. Pero Matt tiene que estar casada con una Loba de otra manada para poder obtener el cargo de Alfa. Para Cloe resulta tonto emparejarse con alguien que recién conoce. Pero sentirá que al estar emparejada con un futuro Alfa tendrá el poder suficiente para vengar la muerte de su padre y enfrentar a Owen un despiadado y sanguinario psicópata que vive con la obsesión de tomarla como su Luna. ¿Podrá Cloe enfrentar a este Alfa Peligroso? ¿Qué sucederá entre Matt y ella?

Mi vida antes que todo ocurriera aquella "inusual" tarde de lluvia, era la típica (quizás) de una estudiante universitaria: tenía a mi familia, algunos amigos, mis libros, mi pasión por la naturaleza y mi carrera de Botánica a punto de terminar. Bastante aburrida para muchos, no lo niego, pero me gustaba la rutina y la paz. Amaba pasar mis tardes (sobre todo las lluviosas) en pleno bosque, caminando entre la tierra y las plantas con mis botas de goma y mi infaltable impermeable rojo, recolectando todo tipo de especies que me divertía luego clasificando, cultivando y estudiando. Quizás sueno como una completa nerd, pero ¿a quién le importa? Era lo que me hacía feliz. Y sí, dije hacía, porque desde que esos ojos azules se cruzaron en mi camino, ya nada volvió a ser lo mismo... Esa tarde, ese claro, ese lobo... Debí saber que había algo raro desde el momento en que me acerqué y él, en lugar de gruñirme asustado por estar herido, me miró directo a los ojos y me hizo dudar de mi juicio, porque puedo jurarles, casi podía ver cómo me pedía ayuda con ellos. Si quieren saber lo que ocurrió después, entonces atrévanse a leer mi historia e intérnense en el bosque conmigo... Si se atreven.