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Solo por comprarle ropa,  ¿es necesario divorciarte de mí?

Solo por comprarle ropa, ¿es necesario divorciarte de mí?

—Mi esposo me preguntó si los sostenes sin aro serían más cómodos. Me reí, pensando que por fin había entendido. Al día siguiente, la asistente, con cara de pánico, me arrebató el paquete recién llegado, alegando que la dirección estaba equivocada. Esa noche, vi que Susana Vega publicó en sus redes sociales: "Mi novio acaba de comprármelo, ¿qué les parece?" Era una selfie sugerente tomada frente al espejo de un hotel, con una elegante caja de lencería adornada con lazos, reposando tranquilamente a su lado. Resulta que los hombres no maduran tarde, sino que eligen para quién madurar. Le di "me gusta" a la publicación y le envié una captura de pantalla a mi esposo. —Si compras el conjunto completo, te hacen un 20% de descuento. Qué poco ahorrador.
Cuento corto · Romance
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La historia de cómo una chica gordita se vengó

La historia de cómo una chica gordita se vengó

El día de la graduación, yo, una persona de complexión robusta, me armé de valor para declararme al chico que me gustaba desde hacía tres años, Javier Jiménez. Para mi sorpresa, ¡él aceptó! Con la excusa de celebrarlo, esa noche me emborracharon y drogaron. Javier, junto con sus amigos, abusaron de mí y grabaron un video que luego subieron a internet. El título era despectivo y humillante, haciendo referencia a mi peso. El video se difundió rápidamente, causando gran angustia. La situación fue tan estresante que mi abuelo falleció por el disgusto.
Cuento corto · Romance
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Venganza y Pasión: En los Brazos de su Hermano

Venganza y Pasión: En los Brazos de su Hermano

Mi padre me preguntó con quién quería formar una alianza matrimonial. En esta segunda vida, no elegí a Leonardo Suárez, sino a su hermano mayor: Iván. Mi padre me miró confundido. Después de todo, toda la ciudad sabía que Leonardo y yo habíamos crecido juntos, y que lo había perseguido durante diez años. Como la señorita de la familia Lima, en la lista de matrimonios por conveniencia, mi nombre ya estaba grabado junto al suyo. Todos creían que nuestra unión estaba destinada a ser. Sonreí con amargura, recordando mi vida anterior, donde había logrado casarme con Leonardo. Pero, después de la boda, nunca me había tocado. Pensé que tenía algún tipo de enfermedad de la que no podía hablar, y me esforcé mucho en ocultarlo por él. Hasta que el día de nuestro sexto aniversario, accidentalmente abrí la caja fuerte de su estudio. Dentro había fotos, perfectamente ordenadas, con la hija adoptiva que le pedí a mi padre que acogiera. Incluso, tenían un hijo ilegítimo de 2 años. En las fotos de los tres, parecían extremadamente felices. En ese momento, entendí que no estaba enfermo, simplemente nunca me había considerado su esposa. Para deshacerse de mí, él y mi hermana adoptiva se unieron para asesinarme, por lo que, en esta nueva vida, decidí dejarlos estar juntos. Sin embargo, cuando me puse el vestido de novia y caminé hacia el altar del brazo de Iván, Leonardo apareció con una pistola, abalanzándose sobre nosotros como un loco. —¡Victoria! —su voz sonó tan ronca que casi se desgarra—. ¿Cómo te atreves?
Cuento corto · Mafia
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Entre la patria y la democracia

Entre la patria y la democracia

Ignacio Ariel Montaño
El gobierno nacional de Don Hipólito Yrigoyen no tiene una gran aceptación popular y sus funcionarios lo saben muy bien. La infiltración en el Ejército del joven Bartolomé Craviotto es la única esperanza que tiene el gobierno para poder frenar un golpe de estado anunciado.
Historia
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El Último Adiós

El Último Adiós

—Señorita Benoit, según sus instrucciones, hemos preparado un cadáver que es idéntico a usted. Lo entregaremos en el lugar de su boda con el señor Viveiros en diez días. Al escuchar esta respuesta del empleado por teléfono, Elowen sintió que sus nervios se aliviaban un poco. —Bien, gracias por su ayuda. —No hay de qué, es nuestro deber. Por favor, quédese tranquila, nadie sospechará de este cadáver. Tras recibir esta garantía, Elowen exhaló un largo suspiro de alivio. Después de confirmar una vez más con el empleado los detalles del día de la entrega del cadáver, colgó el teléfono y empujó la puerta para entrar en la sala privada. La sala, que antes estaba llena de ruido y bullicio, quedó completamente en silencio en el momento en que todos vieron entrar a Elowen.
Cuento corto · Romance
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Amnesia: Me enamoré del amigo de mi novio

Amnesia: Me enamoré del amigo de mi novio

Después de descubrir que mi novio estaba coqueteando con una estudiante del último año de la Universidad, quería confrontarlo por eso. Pero tuve un accidente de auto, y recibí un golpe en la cabeza que me causó una amnesia temporal. Mi novio corrió al hospital, pero señaló a mi compañero de cuarto, que siempre parecía estar muy serio, y dijo que él era mi verdadero novio, intentando así deshacerse de mí. Sin saber nada, tomé la mano del muchacho guapo, y lo miré con admiración. —Así que tú eres mi novio. Después, cuando recuperé la memoria, me quedé con el joven guapo, quería cortar cualquier vínculo con mi novio, pero él no pudo soportarlo.
Cuento corto · Romance
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Ni lágrimas al ayer, ni regreso al querer

Ni lágrimas al ayer, ni regreso al querer

Fueron siete largos años amando a León, quien, finalmente, después de la muerte de su hermano, heredó el puesto de Alfa, y con ello, también la obligación de quedarse con su esposa. Por lo que, Jazmín, la mujer de su hermano, pasó a ser su Luna. Pero lo que más me dolía no era eso, sino cómo, después de cada noche junto a Jazmín, León venía a mi lado, con esa ternura que me destrozaba. Su voz suave, casi un susurro, siempre decía el mismo monólogo: —María, tú eres mi compañera. Cuando Jazmín quede embarazada y nazca el heredero de la Manada Flaroar, entonces ahí haré el ritual para marcarte. Decía que esa era la única condición que su familia le había impuesto para que pudiera tomar las riendas de la manada. Así pasaron seis meses, y, en todo ese tiempo, León y Jazmín estuvieron juntos más de cien veces. Al principio, era una vez al mes, pero, con el tiempo, todo cambió. Pronto pasó a ser todos los días, en los que pasaba noches enteras con ella. Mientras yo esperaba, sola y triste. Hasta que, finalmente, después de la centésima vez que me quedé despierta, aguardando su regreso, Jazmín quedó embarazada. Fue entonces cuando supe que el ritual de marcado estaba cerca... pero con él también llegó una verdad amarga, cuando mi hijo, con su pequeña carita llena de confusión, me preguntó con ingenuidad: —Mamá, ¿no dijeron que papá iba a hacer el ritual de marcado con su Luna, a la que ama? ¿Por qué no nos trae a casa? Le acaricié la cabecita, sonriendo con ternura, aunque por dentro me moría del dolor. —Porque... la Luna que él ama no soy yo. Y mientras lo abrazaba con fuerza, como si pudiera protegerlo de toda la maldad del mundo, susurré: —Pero no te preocupes, amor, te llevaré a nuestra casa. A nuestro verdadero hogar. Lo que León nunca supo… era que, como hija única del Rey Alfa del norte, jamás me importó realmente ser la Luna de la Manada Flaroar.
Cuento corto · Hombres Lobo
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El Crimen Secreto de Mi Marido Perfecto

El Crimen Secreto de Mi Marido Perfecto

El Crimen Secreto de Mi Marido Perfecto En el funeral de mi madre, mi prometido, Ricardo, apareció del brazo de Bárbara Lombardi para dar el pésame. Y justo ahí, delante de todos, anunció que cancelaba nuestro compromiso… para casarse con ella. En medio del dolor por la pérdida de mi madre, me convertí en el blanco de las miradas: algunas de lástima, otras de burla… Fue entonces cuando Fernando, mi amigo de toda la vida, se arrodilló frente a mí para pedirme matrimonio, asegurando que llevaba años amándome en silencio. Conmovida por la intensidad de sus palabras, acepté. Pasaron tres años desde aquella escena. Tres años de matrimonio en los que, pese a todos nuestros intentos, no logré quedar embarazada. Fernando siempre me consolaba diciéndome que no importaba, que tenerme a su lado ya era suficiente. Hasta que un día, sin querer, escuché una conversación entre él y el médico de la familia: —Señor Villareal, las pastillas anticonceptivas están listas, tal como indicó. ¿Desea que se las siga suministrando a su esposa? La respuesta de Fernando fue cortante, desprovista de cualquier emoción: —Sí. Que no las deje. Casarme con ella fue solo un arreglo temporal. En mi corazón, Bárbara es la única que debe ser la madre de mis hijos. En ese instante, todo se derrumbó. El matrimonio que yo había creído un refugio de felicidad, resultó ser una farsa cuidadosamente planeada. Fue el momento en el que lo decidí: «Si él ya no me ama entonces yo tampoco lo quiero.»
Cuento corto · Romance
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Siete años de amor ciego

Siete años de amor ciego

Amé a Carlos Martínez por siete años. Sin embargo, cuando fui secuestrada, él no pagó el rescate… solo porque su secretaria le sugirió que aprovechara la oportunidad para «darme una lección». Por lo que sufrí torturas infernales. Con el tiempo, aprendí a alejarme de Carlos. Pero él volvió. Llorando y suplicando que le diera otra oportunidad.
Cuento corto · Romance
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Diez años de amor, al final en nada

Diez años de amor, al final en nada

Después de nueve años de enamoramiento platónico con mi amigo del alma, finalmente nos convertimos en pareja. Me sentía la persona más feliz del mundo ante los ojos de mi familia y amigos. Pero después de quedar embarazada, él, bajo el pretexto de cuidar a una compañera enferma, llevó a la muchacha más guapa de la universidad a nuestro hogar. En los momentos más difíciles de mi embarazo, él la acompañaba al hospital, hacían manualidades y veían con dulzura el atardecer juntos. Incluso me cuestionaba por no ser lo suficientemente comprensiva, por no ser más tolerante, como si fuera poco por ser una quejumbrosa. En ese momento, me di cuenta de que la idea de haber crecido juntos y finalmente estar juntos era solo una fantasía mía. Decidí renunciar a esta relación y a él. Sin embargo, él luego se arrepintió.
Cuento corto · Romance
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