CAPÍTULO 84.

El aire olía a lavanda fresca y resina de pino. En la cabaña ,los rayos de sol de la tarde se filtraban por la ventana, cubriendo todo con una luz dorada y suave. Lina estaba de pie frente al espejo, con el corazón latiéndole más fuerte de lo normal. No de miedo, sino de algo más íntimo… como si su alma supiera que esta noche cambiaría su destino.

Clara, con manos delicadas y cálidas, ajustaba con cuidado los broches del vestido que había confeccionado ella misma con ayuda de las mujeres de la manada. El tejido, suave como el susurro del viento, era de un tono marfil con reflejos perla, sencillo pero hermoso. Caía como agua sobre la piel de Lina, dejando al descubierto su espalda y abrazando su figura con gracia. Un lazo de seda trenzado con hilos dorados ceñía su cintura.

—Estás preciosa —susurra Clara, sonriendo mientras acomoda la tela sobre sus hombros.

Lina no responde de inmediato. Se observa en el espejo y, por un momento, no se reconoce. La imagen pertenece a alguien que ha at
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP